Controla tu colesterol

No todos los tipos de colesterol son perjudiciales. El llamado colesterol "bueno" (HDL) es necesario para el organismo porque protege nuestras arterias.  Sin embargo, existe un alto porcentaje de la población española sufre de exceso del colesterol "malo" (LDL). ¿Qué recomiendan los médicos para tenerlo controlado?

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Te proponemos un menú para controlar tu colesterol.

Las grasas, pese a su mala reputación, representan un conjunto variado de sustancias que tienen en común su insolubilidad en agua. Tienen varias funciones en el organismo, desde ser parte de las membranas de las células, hasta facilitar el funcionamiento de vitaminas liposolubles (que sólo se disuelven en grasa). Además, se sitúan como la fuente más concentrada de energía y proporcionan aproximadamente 9 Kcal/g.

Pero no todas las grasas son iguales, ni por forma, ni por función, ni por los alimentos donde podemos localizarlas. El colesterol que suele asociarse solamente con aspectos negativos, es el antecesor químico de diferentes hormonas y de las sales biliares, se fabrica en el hígado y también se incorpora a nuestro cuerpo a través de alimentos de origen animal.

TIPOS DE COLESTEROL

COLESTEROL TOTAL

La sumatoria de las diferentes fracciones. El colesterol alto en sangre (hipercolesterolemia) indica un riesgo mayor de sufrir un ataque al corazón y/o un ataque cerebral. Por eso es importante realizar un control de los niveles de colesterol y analizar los resultados. A través de una analítica es factible identificar los diferentes valores de colesterol total.

COLESTEROL HDL “BUENO”

(Lipoproteína de alta densidad, o bueno): Protector de las arterias.

COLESTEROL LDL “MALO”

(Lipoproteína de baja densidad, o malo): Se deposita en las paredes arteriales, pudiendo llegar a obstruirlas e impedir la correcta circulación de la sangre, por tanto, resulta peligroso y hay que controlarlo.

LAS RECOMENDACIONES DE INGESTA DIETÉTICA DE COLESTEROL ES DE 300 MG AL DÍA

La Asociación Española de Médicos de Atención Primaria estima que entre el 50% y el 69% de los españoles padecen hipercolesterolemia y, en la mayor parte de los casos, su control es deficiente. Según la Guía para el manejo de las dislipemias (alteración en los niveles de lípidos (grasas) en sangre, fundamentalmente colesterol y triglicéridos) del Grupo de Trabajo de la Sociedad Europea de Cardiología y de la Sociedad Europea de Aterosclerosis, existe evidencia suficiente de que una disminución del colesterol total y del ‘malo’ pueden prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares. 




La modificación de las concentraciones, tanto de colesterol total como del ‘bueno’, se consiguen con una selección del tipo de grasa y un control de la presencia de azúcares simples (cuyo consumo en exceso se asocia a una reducción de HDL) en la dieta.
En lo que respecta a las grasas, son los ácidos grasos saturados (carnes, lácteos y derivados, etc.) los que más impactan en el aumento de las concentraciones de colesterol ‘malo’. Los ácidos grasos transhidrogenados de origen industrial (presentes en caramelos, galletas, helados, margarina, palomitas, pastelería industrial, salsas, productos precocinados), cuantitativamente, tienen el mismo efecto en el colesterol LDL que las grasas saturadas y, además, disminuyen el colesterol HDL.

Su consumo medio en países occidentales es del 2-5% del total de la ingesta energética. Conociendo estos aspectos, se recomienda que la cantidad total de grasa en la dieta representa entre un 25-30% de las calorías totales. Dado que numerosos estudios sostienen que un consumo moderado de colesterol en la dieta no supone consecuencias negativas en el control del colesterol, las guías europeas fijan las recomendaciones de ingesta dietética de colesterol en 300 mg al día.