Cómo fomentar el hábito de la lectura en los más pequeños

El amor por los libros es uno de los mejores regalos que podemos hacerles a nuestros hijos. Desgraciadamente, es una asignatura pendiente en muchos hogares. La lectura es un hábito, y por eso, se puede entrenar y fomentar.  Los padres son los responsables de conseguirlo. 

Cuidado infantil

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Para que nuestro cerebro goce de buena salud es necesario que lo ejercitemos. No obstante, no siempre le dedicamos el tiempo suficiente. Se ha demostrado que la lectura estimula la actividad cerebral y fortalece las conexiones neuronales, convirtiéndose en una de las actividades más beneficiosas para la salud.

Un cerebro activo no sólo realiza mejor sus funciones, sino que incrementa la rapidez de la respuesta. Mientras leemos, obligamos a nuestro cerebro a pensar, a ordenar ideas, a interrelacionar conceptos, a ejercitar la memoria y a imaginar, lo que permite mejorar nuestra capacidad intelectual, estimulando nuestras neuronas. La lectura también genera temas de conversación, lo que facilita la interacción y las relaciones sociales, otro aspecto clave para mantener nuestro cerebro ejercitado.

Además, en los últimos años, han sido muchos los estudios que han relacionado el nivel de lectura y escritura con un aumento de la reserva cognitiva. Esto significa que el cerebro de una persona que lee habitualmente tiene una mayor capacidad para compensar un posible daño cerebral generado por alguna patología.

Leer estimula la actividad cerebral y fortalece las conexiones neuronales

¿POR DÓNDE EMPEZAR?

Inculcar a los niños el amor por la lectura es uno de los mejores regalos que podemos hacerles. La lectura favorece el desarrollo afectivo y psicológico en los niños, les da la oportunidad de experimentar sensaciones y sentimientos con los que disfrutan, maduran y aprenden; con los libros ríen, sueñan y viajan a otros mundos; comparten momentos gratos en familia reforzando así el vínculo con los padres... En definitiva, con la lectura los niños crecen en todos los sentidos.

Está demostrado que la lectura mejora la capacidad y el progreso lingüístico de los más pequeños. De hecho, cuanto antes se expone a un niño a la lectura, mejor es su capacidad lingüística y sus habilidades. Aprenden las palabras con mayor rapidez, mejoran su comprensión y ejercitan su cerebro para la adquisición del lenguaje que se produce entre los 10 y 30 meses.



La exposición temprana de los niños al lenguaje narrativo y poético, a los juegos de palabras y las rimas contribuye a una apropiación distendida del lenguaje y a la comprensión de las estructuras profundas de la lengua materna.

Fomentar la lectura también tiene otras ventajas para la salud. Leer, sobre todo relatos de ficción, puede ayudar a reducir el nivel de estrés, que es origen o factor de empeoramiento de muchas dolencias neurológicas como cefaleas, epilepsias o trastornos del sueño. Además, leer un poco antes de irse a la cama, puede ayudar a desarrollar buenas rutinas de higiene de sueño, sobre todo si se acostumbra al cerebro a relacionar esta actividad con la hora de dormir.

 Los libros son un compañero de juegos imprescindible

10 TRUCOS FÁCILES PARA FOMENTAR LA LECTURA EN LOS MÁS PEQUEÑOS 


1. Organizarse: la desorganización puede estar reñida con la lectura. Por eso los pediatras recuerdan que es importante ayudar a los niños a organizar su tiempo y su biblioteca.

2. Ser constantes: todos los días hay que reservar un tiempo para leer, en momentos relajados y con buena disposición para ello.

3. Pedir consejo: es importante pedir consejo en el colegio, las bibliotecas y las librerías sobre los libros más adecuados para cada niño y edad.

4. Escuchar: en las preguntas de los niños y los adolescentes está la clave para aprender sobre sus gustos y motivaciones.

5. Estimular y alentar: cualquier situación puede proporcionar motivos para llegar a los libros. Por ello recomiendan dejar siempre libros al alcance de los niños.

6. Dar ejemplo: las personas adultas son un modelo de lectura para niños y jóvenes, que muchas veces los imitan; es importante leer delante de ellos.

7. Respetar: los niños tienen derecho a elegir. Hay que estar pendientes de sus gustos y de cómo evolucionan.

8. Proponer, no imponer: es mejor sugerir que imponer. Hay que evitar tratar la lectura como una obligación.

9. Acompañar: el apoyo de la familia es necesario en todas las edades. No conviene dejar a los niños solos cuando aparentemente saben leer.

10. Compartir: El hábito de la lectura se contagia leyendo junto a los niños.

 

LOS ERRORES QUE MÁS SE COMETEN 

•  Crear contradicciones entre el método de la escuela y el empleado en casa.

•  Emplear textos inadecuados por su extensión, por su interés o por su tema.

•  Introducir un ritmo de aprendizaje excesivo.

•  Repetir o enseñar lo ya sabido, provocando aburrimiento.


Fuente: Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap)