Cuando se habla de superalimentos, a muchos se les viene a la cabeza las semillas de chía, el té matcha, la bayas de goji, la chrorella o la espirulina, pero hay mucho más. Aceite, sardinas o cítricos, son alimentos muy nuestros con muchísimo beneficios.

En general, los superalimentos se definen por ser alimentos exóticos poco conocidos y con altos valores nutricionales, pero también podemos llamar así a las lentejas de toda la vida, al aceite de oliva o a la ensalada con lechuga y tomate.

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Los superalimentos no son, por tanto, alimentos nuevos o inventados. Incluso puede que alimentos que aquí se vean como una novedad, formen parte de la dieta diaria en otras partes del mundo. Simplemente, es que el creciente interés por el cuidado de la salud a través de la alimentación, ha contribuido a que alimentos con múltiples beneficios ahora estén más cerca de nosotros.


SÚPERALIMENTOS DE LA DIETA MEDITERRÁNEA

De igual forma que pensar que los superalimentos curan y previenen enfermedades no es correcto, tampoco lo es la falsa creencia de que un superalimento es algo singular o fuera de lo común.

No debemos pensar que solo por consumir este tipo de alimentos ya podemos despreocuparnos del todo de nuestra dieta. Ningún superalimento aporta todo lo que el cuerpo necesita, ni consigue arreglar lo que ha estropeado una pobre selección de ingredientes.

Los menús deben contener una amplia variedad de alimentos para asegurarse la obtención de todos los nutrientes y evitar los desequilibrios asociados al consumo restringido de unos pocos.

Por tanto, el consumo de superalimentos no cambia la necesidad de llevar una dieta sana y equilibrada tomando productos de proximidad y de temporada. Y, precisamente, a más de uno de los que lleva en la dieta mediterránea toda la vida, le quedaría bien la etiqueta de superalimento. Veamos algunos ejemplos.

Ningún superalimento aporta todo lo que el cuerpo necesita, es necesario llevar una dieta sana y equilibrada.


LISTA DE SUPERALIMENTOS 

  • Ajo

Este superalimento Contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo. Es fuente de vitamina B6, por lo que ayuda a regular la actividad hormonal y contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario. Se puede añadir a cualquier receta de cuchara para realzar el sabor.

  • Cítricos

Los cítricos son ricos en vitamina C, la cual contribuye a proteger a las células para que no se oxiden. Además, son una gran fuente de ácido fólico, por lo que contribuyen al crecimiento de los tejidos maternos durante el embarazo y ayudan a disminuir el cansancio y la fatiga.

Es bajo en grasas saturadas y fuente de vitamina C, que mejora la absorción del hierro de los alimentos. Tiene una alta proporción de fibra y su contenido calórico es muy bajo (19 calorías por cada 100 gramos). Debe su color rojo a una sustancia bioactiva llamada licopeno, con capacidad antioxidante. 

  • Nueces

Tomar un puñadito de nueces al día o, en general, de cualquier fruto seco (almendras, avellanas, pistachos), es bueno para el corazón. So superalimentos que ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares y, además, son muy versátiles en la cocina, pudiéndose tomar solas, como tentempié, o acompañando a ensaladas, cremas, etc.

  • Legumbres

Son parte de la base de la dieta mediterránea. Lentejas, garbanzos, judías, guisantes, etc. Son alimentos con muy poca grasa y ricos en fibra, lo que facilita la digestión y evita el estreñimiento. Además, ayudan a mantener sano nuestro sistema digestivo. También son ricas en minerales (hierro, calcio, fósforo y magnesio) y aminoácidos, esenciales para la reparación de tejidos.

  • Sardinas

Las sardinas son el pescado azul por excelencia. Además de su inconfundible sabor y de ser muy asequible, las sardinas son fuente de vitaminas B12 y D, además de minerales como el sodio (depende formato, si es en lata o fresco) y fósforo. Pero, si por algo son famosas las sardinas, es por proporcionar ácidos grasos omega 3.

  • Aceite de oliva

Conocido como el oro líquido, el aceite de oliva es la grasa más saludable y se ha convertido en un indispensable de la dieta mediterránea. Contiene grasas monoinsaturadas, es decir, grasas buenas que ayudan a regular el colesterol. Su alto contenido en ácido oleico, no sólo tiene un alto poder antioxidante, sino que mantiene niveles normales de colesterol en sangre.

  • Chocolate negro

El cacao es un superalimento que forma parte desde hace años de la dieta mediterránea. La ingesta de 1 o 2 trocitos al día, proporciona múltiples beneficios para el organismo. Por su alto contenido en fibra, se trata de un alimento saciante que puede incluirse en las dietas de adelgazamiento. Además, cuanto más cacao tenga, más rico en antioxidantes.