¿Cómo acostumbrar a un niño a dormir solo?

Cómo enseñar a los niños a relajarse y dormir mejor.                                                     

Cuidado infantil

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¡A la cama!

Al contrario de lo que mucha gente piensa, tener activos a los niños hasta justo antes de acostarse complica mucho la conciliación del sueño. Para ellos nunca es buen momento para parar y llevarlos a la cama en plena acción puede producir rabietas y discusiones.

Al igual que los adultos, los pequeños de la casa necesitan un momento previo de tranquilidad para relajarse y dormirse más fácilmente. A continuación, os traemos algunos consejos para lograrlo.

Qué hacer antes de irnos a la cama

  • Momento del baño: es de las cosas que más tranquilizan al niño, sobre todo, a los bebés. Intenta que el momento sea relajado y aprovecha para conversar con él sobre cómo le ha ido el día.
  • La cena: se recomienda cenar, al menos, una hora antes de irse a la cama. Alimentos como los huevos, el pescado o la leche, ayudan a conciliar el sueño.
  • Televisión y juegos: no se recomienda ver la televisión o practicar juegos de mucha actividad justo antes de dormir. En su lugar, podemos aprovechar para leer cuentos con ellos, moldear plastilina e, incluso, pintar.
  • 15 minutos: avisar al niño un poquito antes de dormir le ayuda a prepararse y a terminar lo que está haciendo. Si estáis enfadados, intenta hacer las paces antes de que se acueste, el enfado no beneficia la conciliación del sueño.

Técnicas de relajación con bebés de 0 a 3 años

Aunque todavía no sean conscientes de la relajación, podemos inculcarles rutinas diarias que les ayudarán a dormirse de forma más calmada.

Tumbado en la cuna o cama, podemos contarle un cuento o simplemente hablarle de lo que nos apetezca de forma relajada. A la vez, podemos aprovechar para darle un masaje en las manitas o las piernas. Es importante que el pequeño sienta contacto físico, pero no acunándolo en nuestros brazos, sino estando a su lado. Esto refuerza su independencia.

Es importante para conseguir relajar al bebé que nosotros estemos también relajados. Nuestros gestos y estado de ánimo también transmiten.


¡A la cama!
¡A la cama!

Técnicas de relajación para niños de 3 a 7 años

A estas edades, los niños ya quieren demostrar que son mayores y es el momento perfecto para trabajar técnicas de relajación guiada. Conseguiremos que el niño controle su respiración y pueda integrarlo como parte esencial en su día a día.

 

¿Cómo conseguirlo? En un ambiente tranquilo,con una luz tenue e, incluso, con algo de música relajante, podemos jugar con su imaginación a la vez que el niño trabaja su cuerpo. La clave está en realizar movimientos lentos y calmados.

  • La tortuga: trabaja movimientos lentos de manos y brazos, con tensiones en cuello y hombros. Le contamos un cuento con la tortuga como protagonista que va paseando por el bosque y cuando se encuentra una amenaza esconde su cabeza en el caparazón. El niño tiene que simular el movimiento. De este modo, le enseñamos a ejercitar la tensión muscular y a relajarla después.
  • El globo: se trata de jugar a que somos un globo que va inflándose poco a poco de forma que brazos y piernas van haciéndose grandes a la vez que respiramos muy lentamente. Luego, el globo se desinfla del mismo modo.
  • La hormiga: le pedimos al niño que vaya encogiendo brazos y piernas haciéndose cada vez más pequeño y luego, le pedimos que se convierta en otro animal. De este modo hacemos lo mismo, tensar y relajar los músculos.
  • El peluche, otro gran aliado; podemos pedirle al niño que abrace al peluche muy muy fuerte, demostrándole cuanto le quiere. Es otra forma de tensar y relajar sin que se dé cuenta.
  • Imaginación visual: para los más mayores,cerrar los ojos e inventarse juntos un lugar relajante, explicarlo con todo tipo de detalles: cómo huele, qué sonidos escuchamos, etc. puede ser otra forma de calmarse.
  •  La risa: reírse es uno de los mejores calmantes naturales. Cuando nos reímos mucho, el cuerpo se relaja, así que, ¡¡todos a reírse!!
¡A la cama!

Técnicas de relajación para los más mayores, de 7 a 12 años

En esta etapa, el niño es totalmente consciente de lo que es una técnica de relajación y debe entender que le servirá para relajarse, no solo a la hora de irse a la cama, sino en cualquier situación que se le presente.

Pídele que cierre los ojos y que se imagine en un lugar agradable. Déjale unos segundos para que lo imagine y, si le apetece, te puede contar lo que está viendo. Es en esta edad cuando puede empezar a focalizar sus sensaciones con frases como:

  •   “Fíjate en tu brazo derecho y nota como sientes un calor               agradable”.
  •  “¿Lo notas un poco más caliente que el resto del cuerpo?”
  •  “Siente como tu brazo pesa mucho,como si fuera de hierro”. 
  • “Estás relajado y tranquilo”.

También podemos probar con ejercicios de tensión-distensión, del tipo:

  • Imaginar que alguien nos está estirando las extremidades y de repente nos suelta. Esto les ayuda a crear una sensación muy agradable en los músculos.
  •  Exprimir una naranja: una cosa tan sencilla como imaginar que exprimes una naranja con la mano, apretándola con todas tus fuerzas es un ejercicio estupendo para tensar y relajar.