Miedo a perderse algo

El fear of missing out (FOMO) o miedo a perderse algo es un síndrome que afecta a gran parte de la población joven. ¡Te contamos en qué consiste!

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¿En qué consiste el FOMO o miedo a perderse algo?

Con este término se denomina el estado que se produce cuando otros pueden estar disfrutando y teniendo experiencias gratificantes en las cuales uno está ausente.

Muchos usuarios de redes sociales, especialmente adolescentes y jóvenes, no son conocedores de esta situación, que puede llegar a ser patológica, y que conlleva, entre otros síntomas conductuales, la adicción al móvil y a sentir la necesidad de mantenerse actualizados (online) para estar al tanto de lo que otros hacen.

La interacción continua que hoy en día es posible a través de las redes sociales, con directos, likes, reacciones y respuestas rápidas, generan una dependencia que puede parecer aparentemente inocua, pero aumenta el malestar psicológico cuando uno se siente desconectado.

Las principales consecuencias negativas del síndrome FOMO sobre la salud psicológica y el bienestar personal son: desmotivación, estado de ánimo bajo, ansiedad, estrés, preocupación por no estar a la altura de lo que parece ser una vida socialmente activa y enriquecedora, y la comparación constante e insatisfacción con la propia vida, provocando sentimientos de vacío y malestar por la vida ante las circunstancias reales que al adolescente le toca vivir.


 ¿De dónde viene el miedo a perderse algo?

  • Estar a la altura: la presión social que un adolescente siente para sentirse integrado y aceptado por sus iguales se magnifica en el entorno de las redes sociales. La tendencia a mostrar una vida idealizada, disfrutando y haciendo cosas emocionantes, hace sentir al adolescente fuera de lugar si no sigue ese patrón.
  • Estar online de forma permanente: contactar con los amigos de forma instantánea, reaccionar a lo que hacen, ver en directo cómo disfrutan… acaba convirtiéndose en una necesidad para no perderse vivencias importantes. Hay una generación de jóvenes que han crecido conectados digitalmente. Esto les expone, constantemente, a lo que están haciendo sus amigos y conocidos en tiempo real, lo que puede aumentar el temor a perderse algo importante.
  • Búsqueda de aprobación: los adolescentes buscan en las redes aumentar los likes, comentarios, seguidores…, vinculando su bienestar a los cambios de opinión que los seguidores hacen de sus publicaciones. No son conscientes de que esta necesidad de validación acaba por convertirse en un termómetro de su propia autoestima. Cuando esto falla, el resultado es una percepción equivocada de falta de interés de los demás y, en consecuencia, de una mala percepción de ellos mismos.
  • Comparación constante: recientes estudios han demostrado que las redes sociales generan en los adolescentes una continua comparación entre ellos. La idea que subyace a esta comparación es que su vida no es tan emocionante como la de aquellos que siguen, por lo que la valoración de la suya es negativa y les produce descontento e insatisfacción personal.
  • Miedo a quedarse atrás: los cambios del día a día, sumados a los de las redes sociales, que tienen un alto impacto en el adolescente, le provocan ese temor a perderse algo, lo que implica comparación y, también, la necesidad de conexión para estar al día, conocer todo lo que ocurre y reaccionar ante noticias, novedades, eventos, etc. No hacerlo facilita esa percepción de quedarse atrás.  
  • Dificultades emocionales: en algunos casos, el FOMO puede ser una manifestación de inseguridades o dificultades emocionales subyacentes, como la baja autoestima o la soledad. El síndrome FOMO puede ser una forma de evitar enfrentar-se a estas emociones.