Propiedades de la cúrcuma
De uso gastronómico y medicinal, la cúrcuma cada vez se utiliza más en aquellos que buscan un estilo de vida y una forma de comer saludable. Descubre qué es, sus beneficios y sus propiedades curativas.
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Qué es la cúrcuma
La cúrcuma es una especia que viene de una planta de la misma familia que el jengibre. Es uno de los ingredientes del curry en la gastronomía india y aporta un color amarillo intenso característico, procedente de la raíz de la planta. Es nativa del suroeste de India, aunque se cultiva por toda Asia de forma extensa. La cúrcuma es conocida por sus usos medicinales y culinarios, lo que hace de ella una de las especias más saludables que existen.
La cúrcuma tiene un sabor fuerte y un aroma intenso, algo amargo y picante y un color amarillo dorado muy característico que le viene dado por los curcumoides que contiene. Se emplea en una gran variedad de platos de Oriente y el Sudeste Asiático, donde se ha venido utilizando desde hace más de 4.000 años. Los seguidores de la dieta macrobiótica la utilizan mucho en su alimentación, para el resto, al menos en Occidente, no es tan familiar, aunque cada vez está más presente en las cocinas y también con fines terapéuticos.
Beneficios de la cúrcuma
La raíz y el rizoma de la cúrcuma contienen curcumoides y curcuminas, materias colorantes a las que se atribuyen efectos antioxidantes y antiinflamatorios. También contiene un aceite esencial con zingibereno, polisacáridos y sales minerales como hierro y potasio. La cúrcuma, tanto en su versión fresca como en polvo, contiene fibra y también muchas vitaminas: E, K, B2, B3, B6 y B9.
Propiedades curativas de la cúrcuma
Tanto en la Indica como en el sureste asiático, se emplea como tónico general y con fines terapéuticos:
- Por su poder antioxidante ayudando a conservar en buen estado el sistema inmunológico.
- Ayuda a mejorar la digestión, manteniendo los niveles de colesterol.
- Promueve una piel saludable
Uso culinario de la cúrcuma
La cúrcuma es una especia muy versátil que se puede emplear en muchos de los platos que comemos a diario. Desde salteados, sopas, pastas, salsas o legumbres, sofritos o incluso añadiéndola a una infusión o a un yogur. No es recomendable utilizar mucha cantidad debido a que su sabor potente puede enmascarar el resto de sabores. Una cuchara de postre es suficiente para darle un toque a nuestros platos. Se combina muy bien con otras especias como el comino o la pimienta. De hecho, la pimienta negra aumenta la absorción de la cúrcuma gracias a la acción de la piperina.
