Beneficios de los perros para personas mayores 

Compañía, ejercicio y reducción del estrés: descubre los beneficios de tener perros para personas mayores.

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La edad “dorada” es un momento dulce en la vida de las personas que debemos aprender a vivir, saboreando cada instante y disfrutando del tiempo libre y de la compañía de nuestros familiares y amigos. Pero, en ocasiones, este momento puede verse empañado por la soledad, el sedentarismo o, incluso, la tristeza. Sin embargo, la alegría puede llegar a los hogares de las personas mayores de la pata de un perro, un amigo fiel que puede mejorar nuestra calidad de vida con su presencia.

¿Qué aportan los perros a las personas mayores?

  • Compañía:  ya sea porque la persona mayor vive sola o porque sus familiares deben ir a trabajar o cumplir con sus obligaciones, un perro puede aliviarle la sensación de soledad y aportar alegría y tranquilidad a su vida.
  • Reducción del estrés: como los perros son animales que interactúan mucho con los humanos y hasta pueden sentir nuestras emociones, otro beneficio de su presencia es la reducción del estrés y la sensación de estar seguros y protegidos.
  • Ejercicio diario y autoestima: la necesidad de sacarles a pasear obliga a la persona mayor a moverse, lo que le aporta bienestar, agilidad, buena salud y, lo que es muy importante, mejora su vida social, su autoestima y la sensación de ser valioso para los demás.



Mejores perros para las personas mayores

No hay perros ideales para las personas mayores, sino el perro adecuado para cada individuo y su circunstancia. Cierto es que algunas razas de perros, como los labradores o los golden retriever, son bonachones y tranquilos que aman cuidar a los demás; pero a la hora de elegir el más adecuado, hay que analizar otras cuestiones, como por ejemplo:

  • Que esté en una edad mediana. Un cachorro o un perro joven tendrá demasiada energía y un perro muy mayor requiere descanso y sus propios cuidados como senior.
  • Un tamaño pequeño será siempre más manejable para una persona mayor e, incluso, podrá cogerlo en brazos o subirlo al sofá para sentir su contacto y sentirse más acompañada.
  • Que tenga un carácter tranquilo, para que también se sienta a gusto con la tranquilidad de la persona mayor.
  • Que sea sociable con otras personas y perros, para que los paseos sean seguros y sin sobresaltos.

 Es importante que sea un perro que haya recibido unas normas básicas de educación canina, como, por ejemplo, no tirar de la correa en los paseos y sentarse a esperar cuando la persona se para a hablar o a sentarse en un banco a descansar, entre otras.