Tipos de protectores solares

¿Sabes cuáles son los tipos de protectores solares que hay? ¿No sabes bien cuál elegir? Encuentra el ideal para tu rostro y cuerpo en cada momento.

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Es importante elegir el protector solar que mejor se adapte a nuestras necesidades y tipo de piel y siempre seguir todas las indicaciones para aplicarlo correctamente y así garantizar una acción efectiva. ¡Proteger nuestro rostro y nuestro cuerpo del sol es fundamental para mantener la piel sana y bonita!

Protectores solares para el rostro

  • En crema o loción: suelen tener una textura ligera y se absorben fácilmente en la piel del rostro. Ofrecen una cobertura uniforme y son ideales para el uso diario. Además de proporcionar protección, muchos de ellos también ofrecen hidratación y otros beneficios como ingredientes antioxidantes.
  • En gel: indicados para personas con piel grasa o propensa al acné, ya que tienden a ser menos comedogénicos y no obstruyen los poros. Los geles solares se absorben rápidamente en la piel sin dejar una sensación grasosa, lo que los hace perfectos para usar debajo del maquillaje. Su textura los convierte en una buena opción para protegernos al practicar actividades al aire libre.
  • En polvo: son una opción innovadora. En forma de polvo suelto o compacto, se aplican con una brocha o una esponja. Adecuados para retoques rápidos durante el día, ya que se pueden aplicar fácilmente sobre el maquillaje sin alterarlo. Generalmente tienen un factor de protección solar (SPF) más bajo, por lo que se recomienda usarlos en combinación con otros protectores solares.
  • Con color: ofrecen una doble función, protección solar y cobertura ligera para unificar el tono. Suelen estar disponibles en formato crema o base con protección solar. Recomendables para aquellos que prefieren una apariencia más natural o desean simplificar su rutina de maquillaje.



Protectores solares para el cuerpo

  • En crema: es el formato más clásico y popular. Se trata de una crema que se aplica sobre la piel para protegerla de los rayos UV. Los más aconsejables para personas con piel seca o normal, ya que aporta hidratación. Las cremas suelen ser muy efectivas para proteger la piel, ya que su consistencia más densa puede crear una barrera más duradera contra los rayos UV. El contrapunto es que pueden dejar una sensación más pesada en la piel.
  • En espray: són cómodos y fáciles de aplicar. Se rocían directamente sobre la piel y se extienden con un ligero masaje. Son los más recomendables para cubrir áreas grandes o de difícil acceso. Sin embargo, es importante asegurarse de aplicar una cantidad adecuada y, sobre todo, uniforme para obtener una protección efectiva.
  • En gel: es un formato ligero y fresco que se absorbe rápidamente en la piel. Es el más indicado para personas con piel grasa. Además, suele tener una textura refrescante que resulta muy agradable en verano, sobre todo cuando practicamos ejercicio al aire libre.
  • En stick o en barra: son compactos y fáciles de transportar. Se presentan en forma sólida y se deslizan directamente sobre la piel. Son los más adecuados para la aplicación precisa en áreas específicas, como los labios, la nariz, las orejas y las cicatrices. También son convenientes para llevar encima porque pueden ser muy útiles para retoques rápidos durante el día.
  • En aceite: contienen filtros solares y aceites nutritivos que ayudan a mantener la hidratación de la piel y realzan el bronceado. Ofrecen una sensación suave y sedosa en la piel. Es importante recordar que los aceites solares generalmente tienen un factor de protección solar (SPF) más bajo y no deben sustituir a los protectores solares tradicionales cuando se necesita una protección intensa.


5 tips básicos para protegernos

  1. Aplicar y repetir: es aconsejable utilizar protector solar al menos media hora antes de la exposición. No olvides áreas como los labios, las orejas, el cuello o los empeines, ni tampoco repetir su aplicación cada dos horas, especialmente si te bañas o haces ejercicio físico.
  2. Evitar las horas punta de radiación: entre las 12 y las 16 horas las temperaturas son extremas y el sol tiene mayor intensidad. Se recomienda evitar la exposición directa.
  3. Mantenerla todo el año: se recomienda mantener la protección solar con independencia de la exposición y la intensidad del sol. Si es posible, utilizar factor 50 o pantalla total.
  4. Utilizarlo también en la montaña: hay que mantener las precauciones, aunque estemos en el campo o en zona de montaña.
  5. Reforzar: es aconsejable completar la protección con complementos como gafas de sol y gorras y elegir ropa de tejidos ligeros, preferiblemente de algodón.