Cómo conservar vegetales, verduras y frutas

Con la llegada del calor, dejamos de lado las comidas copiosas para dar paso a recetas más ligeras y fresquitas, cargadas de frutas y verduras. Esto no solo se debe a la apetencia, también está íntimamente relacionado con las condiciones propias de los meses más cálidos, que provocan que necesitemos incorporar a nuestra dieta alimentos de temporada cargados de vitaminas y minerales para darle a nuestro organismo más energía y decir adiós definitivamente a la astenia primaveral.

Al aumentar la ingesta de frutas y verduras, nuestra nevera se llena de alimentos que no siempre sabemos cómo conservar adecuadamente, por lo que terminan por estropearse. Toma nota de los consejos que te traemos a continuación y aprende cómo conservar vegetales para que duren frescos más tiempo.

5 cosas a tener en cuenta a la hora de conservar vegetales 

Guardar tus frutas y verduras en la nevera puede evitar que estas tarden más en estropearse, pero… ¿lo estás haciendo correctamente? A la hora de conservar vegetales en el frigorífico existen una serie de consejos básicos que debes conocer para que duren en buen estado más tiempo. ¡Toma nota de ellos!

1. No los laves antes de introducirlos en el frigorífico: la humedad acelera el proceso de deterioro de los alimentos. En cambio, sí es importante que laves tus alimentos de forma adecuada antes de cocinarlos o consumirlos. 

2. Consérvalos en el lugar más templado de la nevera: los compartimentos o cajones inferiores de la misma son los más adecuados para ello. 

3. Evita la contaminación cruzada: separar las frutas y verduras entre sí es muy importante para no alterar los ritmos de maduración de las mismas. Esto se debe a que muchas frutas y verduras son climatéricas: es decir, siguen madurando una vez han sido recolectadas y desprenden etileno, que puede afectar al proceso de maduración de otros vegetales y reducir su vida útil en pocos días. Por eso, a la hora de conservar vegetales, es muy importante tener claro a qué grupo pertenece cada uno para separarlos bien entre ellos. 

• Frutas y verduras climatéricas: manzanas, peras, plátanos, melones, sandías, melocotones, albaricoques, kiwis, mangos, papayas, aguacates, tomates, espinacas, acelgas espárragos, etc.
• Frutas y verduras no climatéricas: cerezas, naranjas, limones, piña, uvas, frutos rojos, pimientos, pepinos, etc.

4. Congélalos antes de que se estropeen: muchas frutas y verduras pueden congelarse sin perder su sabor y frescura. 

5. No tires las piezas maduras… ¡dales una segunda vida! Te contamos cómo aprovecharlas elaborando zumos, batidos, mermeladas y conservas aquí.

Tips para la conservación de frutas y verduras 

• Manzanas y peras: estas frutas sí pueden juntarse entre ellas, porque ambas son climatéricas. Envuélvelas con papel de cocina para que duren más tiempo y el etileno no estropee otros vegetales. Ambas frutas pueden congelarse una vez limpias y partidas, pero para frenar su oxidación conviene hervirlas antes uno o dos minutos.
• Frutos rojos (fresas, moras, frambuesas…): estos frutos no son climatéricos, no maduran una vez recolectados, por lo que se estropean con mayor rapidez.  Para que duren frescos más tiempo es importante que no los laves antes de introducirlos en el frigorífico y que los conserves en una bandeja de plástico agujereada que les permita airearse. También puedes añadir una hoja de papel de cocina para que absorba la humedad. Estos frutos se pueden congelar y siguen estando deliciosos. 

• Plátano: se trata de una fruta climatérica que desprende etileno a través de su pedúnculo. Para conservar tus plátanos en mejor estado y frenar su proceso de maduración, envuélvelos en film transparente o bien tapa el pedúnculo con papel de aluminio. Además, el plátano, una vez pelado, también se puede congelar.
• Aguacate: se trata de una fruta climatérica, por lo que, si ya ha alcanzado su punto de maduración, puede conservarse mejor si lo envuelves con film transparente en el frigorífico. En el caso de que solo necesites medio aguacate, guarda la mitad que no vayas a utilizar junto con el hueso, échale unas gotas de zumo de limón para frenar la oxidación y cúbrela con film transparente. Además, los aguacates se pueden congelar: para ello, retírales la piel y el hueso previamente.
• Brócoli, coliflor y espárragos trigueros: si quieres que te aguanten frescos durante más tiempo, introduce sus tallos en un vaso de agua en la nevera. Además, estas verduras se pueden congelar; en el caso del brócoli y la coliflor, un truco para que conserven su sabor es trocearlos y cocerlos previamente con agua durante unos minutos. En el de los espárragos, basta con limpiarlos previamente antes de introducirlos en el congelador.  
• Verduras de hoja (espinacas, acelgas, lechugas…): si quieres que te aguanten frescas durante más tiempo, introduce una hoja de papel de cocina en la bolsa, que absorberá el exceso de humedad. Por otro lado, si quieres que las hojas que se han quedado blandas recuperen su frescura, basta con meterlas en un cuenco con agua fría dentro de la nevera, o bien en un cuenco con agua y hielo.

Muchas veces no somos capaces de acabarnos algunas frutas y verduras, por lo que, para conservar vegetales previamente pelados y cortados, estos deben guardarse herméticamente en un tupper. Además, si quieres evitar que estos se oxiden, añade unas gotitas de zumo de limón por encima.