Aplicaciones para analizar productos, ¿facilitan la compra en el supermercado?

Descubre cómo las aplicaciones de escaneo de alimentos simplifican tus compras en el supermercado al proporcionar información detallada de productos al instante.

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¿Qué es una app para analizar alimentos?

Empieza a ocurrir, cada vez con más frecuencia, un fenómeno que no pasa inadvertido, que es el de observar a la gente en los supermercados con el teléfono en la mano, escaneando los códigos de barras de los productos antes de comprarlos. Estas apps permiten analizar los alimentos para ayudar a los posible compradores y compradoras a estar más informados y conscientes del producto que piensan adquirir, y a su vez influyen en su futura decisión de compra.

Su funcionamiento es sencillo: el consumidor, mediante la cámara del móvil, escanea el código de barras de los productos. A continuación, la app genera una ficha sencilla del mismo, en la que valora los aspectos nutricionales del alimento e indica si es saludable o no. Si el resultado es negativo, la app recomienda un producto similar pero más saludable.

Estas aplicaciones nutricionales para escanear alimentos se descargan gratuitamente en el teléfono y utilizan distintos criterios para valorar los productos. Entre los más relevantes, analizan su valor nutricional, su grado de procesamiento o los aditivos que contienen.

¿Cuáles son las aplicaciones más relevantes para analizar los alimentos?

Las tres apps más reconocidas por los usuarios y que más éxito están teniendo hasta el momento son Yuka, El CoCo, que toma su nombre de “el Consumidor Consciente”, y MyRealFood, con el nutricionista, divulgador y creador del movimiento Realfooding Carlos Ríos al frente. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) las ha analizado para evaluar si de verdad cumplen con el objetivo para el que han sido diseñadas o si, por el contrario, pueden llevar a equívocos a los consumidores. Las conclusiones de la organización son que pueden ser una buena herramienta, pero ofrecen “información incompleta”.

  • Yuka: Prioriza los ingredientes, aditivos y productos bio. Es la primera en irrumpir en España, donde ya suma 1,5 millones de descargas. Asigna una nota a los productos del 0 al 100 en función de tres criterios: la calidad nutritiva que se obtiene con el análisis de los ingredientes por el método Nutriscore (representado por los colores del semáforo); su nivel de riesgo en función, dicen, de estudios independientes, y, en tercer lugar, si se trata de un producto con la etiqueta bio europea.
  • ElCoCo: Está enfocada en el grado de procesamiento y calidad nutricional. Esta app, como Yuka, analiza los ingredientes a partir de Nutriscore (por colores) y, además, a través del denominado índice Nova mide de 1 a 4 el grado de procesamiento de un producto, siendo 4 la categoría de ultraprocesado.
  • My Real Food: Los ultraprocesados están en su punto de mira. Comida real (productos frescos), buen procesado y ultraprocesado (incluye ingredientes no saludables) es la principal clasificación de los productos que analiza esta app, utilizando “una adaptación del sistema NOVA”, además de proporcionar la información nutricional y advertir con su sistema de sellos negros si un alimento es alto en calorías o en azúcares, por ejemplo.



¿Son beneficiosas estas aplicaciones nutricionales?

El problema que radica en el uso de estas apps es que, si los criterios de los que parten para analizar no son científicos e introducen variables que no están relacionadas con la calidad nutricional del producto, los consumidores pueden rechazar productos perfectamente saludables, solo porque la aplicación les aconseja evitarlos.

Lejos de contribuir a educar al consumidor, el uso de estas apps puede generar todavía más incertidumbre y potenciar la desinformación. Estas aplicaciones tienen sistemas de clasificación de alimentos que pueden presentar áreas de mejora, por lo que hay que ser cautos a la hora de interpretar la clasificación de ciertos tipos de productos. Por poner un ejemplo: alimentos procesa-dos que son adecuados nutricionalmente, como las conservas de pescado, podrían clasificarse igual que una bebida carbonatada sin azúcar siguiendo los algoritmos de esos sistemas de clasificación.

En conclusión, estas apps generan un gran impacto en el gran consumo: facilitan al consumidor elegir su compra de forma más informada, crean el hábito en la lectura de etiquetas de los productos antes de comprarlos y hacen que aumente el conocimiento de productos alternativos a los habitualmente valorados más positivamente.