Nuevo año, nuevos hábitos para una compra más saludable
Conoce cómo hacer una compra saludable: evita ultraprocesados, elige alimentos altos en proteínas y toma decisiones conscientes para cuidar tu bienestar.
Saber comprar
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Enero es sinónimo de nuevos propósitos, otra oportunidad de volver a empezar, de ponernos nuevos retos y, sobre todo, de cuidarnos. Si hay una tendencia que se repite en los últimos años, es la de hacer un consumo más sostenible para evitar el desperdicio alimentario y un consumo de productos de proximidad, con el que, además, garantizamos hábitos de compra más saludables para nuestra salud y para nuestro entorno.
Es cierto que los hábitos de los consumidores han virado hacia una alimentación más sana. Ahora intentamos cocinar sin grasas, sin calorías vacías y estamos más concienciados en consumir más productos frescos. También optamos por gadgets de cocina que nos ayuden mantener esta alimentación más cuidada, pero, aun así, debemos ir adquiriendo prácticas en origen para poder aprender a hacer una compra más saludable.
¿Por qué intentar hacer la compra sin hambre es clave?
Según estudios científicos realizados en la Universidad de Florida, el hambre influye en nuestra conducta; por ende, determina nuestros pensamientos y nuestros impulsos. Por tanto, si vamos a comprar hambrientos, corremos el riesgo de caer en la tentación de comprar alimentos que no necesitamos o más cantidad de lo que íbamos a comprar; o, simplemente, productos que nos entran por los ojos porque necesitamos saciarnos en ese momento y que deberíamos consumir de forma ocasional. No se trata de no comprarlos o no consumirlos nunca, sino de crear unos hábitos de consumo más saludables. Por tanto, si vamos a la compra con hambre es probable que tomemos malas decisiones que no se basen en el contenido nutricional de los alimentos, sino en antojos temporales que nos harán pedir más después y no nos nutrirán debidamente.
Hábitos para aprender a comprar más saludable
- Planificar menús y tipos de platos de forma semanal. Nos facilitará elaborar la lista de la compra y no hacer un acopio innecesario de productos en despensa y nevera.
- Elegir bien las cantidades y adecuarlas a las personas que las vamos a consumir. Nos permitirá no comprar de más y así evitaremos contribuir al desperdicio alimentario.
- Apostar por frutas y verduras de temporada. Es de lo que más variedad habrá y, además, son los alimentos que nos proporcionan los nutrientes adecuados en cada época del año para nuestro cuerpo.
- Incluir alimentos con alto valor proteico, tales como carnes magras, pescados y huevos.
- Huir de alimentos ultraprocesados en la medida de lo posible. Poner especial atención al valor nutricional de lo que compramos.
- Agrupar los alimentos por secciones. Una vez tengamos el menú hecho, conviene hacer la lista por secciones de alimentos para optimizar el tiempo.
- Ser capaces de tener una despensa con alimentos no perecederos que nos aporten buenos nutrientes, como legumbres, huevos, patatas, cebollas y ajos, arroz y pasta integral, que junto con alguna conserva nos pueden sacar de más de un apuro en ocasiones sin perder de vista mantener una alimentación sana y rica en proteínas.
- No ir a comprar con hambre.