Del súper a casa. Pasos para una compra sin riesgos

Hay quienes prefieren realizar una compra grande al mes, los que optan por hacerla semanalmente y quienes acuden casi cada día para comprar únicamente aquello que necesitan. Pero, ¿sabes cómo comprar, transportar y almacenar los alimentos en casa de forma segura?

Saber comprar

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Todos los productos que podemos encontrar en el supermercado han pasado por una serie de controles y de exigencias de calidad. Pero, una vez llega a nuestras manos, somos nosotros quienes debemos responsabilizarnos de su seguridad para evitar riesgos innecesarios. Para que nuestra compra llegue llegue siempre en perfecto estado hasta casa, os dejamos una pequeña guía:


1. Elabora una lista 

Si no queremos olvidar nada y no comprar cosas que no necesitamos, la lista de la compra es nuestro aliado perfecto. Además, si la separamos en tres columnas: seco, refrigerado y congelado, puede sernos muy útil a la hora de realizar el recorrido dentro del súper. Lo más importante es dejar los alimentos refrigerados y frescos para el final, intentando mantener al máximo la cadena de frío.

2. Comprueba el estado de los alimentos

A la hora de comprar productos frescos, ya sea en bandejero, a granel o al corte, intenta fijarte en que se mantengan sus propiedades organolépticas.

• Carne: siempre que la compremos envasada debemos revisar que no haya pérdidas de líquidos y que los bordes estén frescos y con color.

• Pescado: debemos fijarnos en que tengan un color brillante y que su carne sea firme y elástica.

• Frutas y verduras: comprobar siempre que no tienen restos de suciedad o polvo y que poseen una piel limpia.

• Congelados: no deben tener escarcha.

• Latas: comprobar que no estén oxidadas ni deformadas

Llevar una bolsa isotérmica si vas a comprar alimentos congelados y refrigerados es una buena opción para mantenerlos en buen estado.

3. Embolsa por separado

Para evitar lo que se conoce como contaminación cruzada, a la hora de embolsar los productos adquiridos en el supermercado, sigue estas recomendaciones:

• Coloca en la misma bolsa los productos similares.

• Mantén siempre los productos de limpieza separados de los de alimentación.

• Utiliza bolsas distintas para los productos refrigerados o congelados de los secos.

• Deja siempre al fondo los productos más pesados y las conservas y alimentos envasados.

• Destina la parte de arriba de las bolsas para los productos más delicados, como el pan o los huevos.



4. Transporte 

Una vez efectuada la compra, lo más recomendable es llevarla, en el menor tiempo posible, del supermercado a casa.  

En el caso de no poder acudir directamente a casa, debemos evitar dejar las bolsas en el coche durante mucho tiempo, sobre todo en los días de calor, donde el interior del vehículo puede alcanzar altas temperaturas.

5. Ordena los alimentos en casa

Una vez en casa, lo primero que tenemos que almacenar serán los alimentos congelados y refrigerados. Cuando guardemos los alimentos tendremos que atender las siguientes pautas:

• Comparar si existen alimentos similares en la despensa o nevera, y dejar los que estén más próximos a la fecha de caducidad delante.  

• Colocar cada alimento en la zona de la nevera que le corresponda: en la parte más baja carnes y fiambres, en los cajones la fruta y la verdura, en la puerta bebidas abiertas, aderezos, salsas, y en la parte de arriba del frigorífico se deben colocar los alimentos más frescos como la mantequilla o el yogurt. 

6. Limpia las bolsas

Cada vez utilizamos más bolsas reutilizables para hacer nuestras compras. Si no se usan bien, pueden convertirse en un gran aliado para las bacterias. Es fácil que se nos derrame algo en su interior, o que queden restos de algunos alimentos, como hojas de frutas o polvo. Por tanto:

• Lava las bolsas con frecuencia y asegúrate que están secas del todo antes de guardarlas.

• No almacenes las bolsas en el coche durante mucho tiempo.

• Se recomienda guardarlas en lugares alejados de fuentes de contaminación y de animales domésticos.