El consumo fantasma: trucos para reducirlo en el hogar

El consumo fantasma es la energía que consumimos de forma pasiva, es decir, el gasto que producen nuestros electrodomésticos cuando no los utilizamos pero siguen estando conectados a la corriente eléctrica. Por ejemplo, cuando apagamos el televisor desde el mando a distancia o dejamos el portátil enchufado aunque no lo estemos utilizando.

Esto sucede porque los electrodomésticos tienen una fuente de alimentación que convierte la corriente alterna en continua y, a continuación, la transforma a la intensidad y tensión adecuada para cada aparato. Esta fuente de alimentación no se desconecta al apagar el aparato y, por tanto, sigue consumiendo electricidad.

Microondas, frigorífico, lavadora, portátil, DVD, televisores, impresoras, horno, lavavajillas… cada vez tenemos más electrodomésticos en nuestros hogares y ello provoca que el consumo fantasma en los últimos años se haya disparado.

Los electrodomésticos tienen dos modos de desconexión:

Stand-by (modo de espera): el aparato está conectado a la corriente eléctrica y puede reactivarse de forma rápida.

Off: el equipo puede estar desconectado o conectado a la corriente pero no consume energía y se reactiva enchufándolo o apretando el interruptor.

STAND BY

El stand-by es el tipo de consumo fantasma que se produce cuando un electrodoméstico está a la espera, es decir, con el piloto rojo o la pantalla de información encendida mientras no está en uso. Esta opción permite activar el aparato de forma rápida y en cualquier momento. El ejemplo paradigma es el televisor: lo apagamos desde el mando a distancia sin apretar el interruptor de forma que se queda la luz roja encendida y continúa gastando luz.

Pero no solo el televisor tiene este modo, cada vez más electrodomésticos contienen stand-by: DVD, las cadenas de música, el microondas, TDT, el horno, los termostatos de las calefacciones, la impresora, los altavoces, etc. Si no los desconectamos, bien de la corriente o bien del interruptor, estos electrodomésticos seguirán esperando nuevas directrices de sus dueños.

EL MÓVIL NO NECESITA 8 HORAS DE SUEÑO  

Las redes sociales, el Whatsapp y el sinfín de fotos y vídeos que recibimos a diario agotan la batería de nuestro móvil cada vez más rápido. Lo más habitual es poner a cargar el aparato cuando nos vamos a dormir, pero las horas de carga de un móvil y las de sueño de su dueño no son las mismas. Mientras que el dispositivo puede estar cargado en dos o tres horas, su propietario duerme de media ocho horas.

Aun así, lo dejamos cargándose las ocho horas sin saber que mientras el cargador está conectado a la red eléctrica, consume energía. En general, mantener cualquier electrodoméstico enchufado mientras no lo estamos usando, supone un gasto innecesario. Además, cargar el móvil, la Tablet o el portátil más horas de las necesarias reduce la vida útil de nuestro aparato.

LA LUZ ROJA, SEÑAL DE AVISO

Los electrodomésticos con reloj digital, piloto rojo o pantalla de temperatura son los que más consumen cuando están apagados. Lo ideal sería desconectar siempre los electrodomésticos del enchufe, pero con la cantidad de cables que tenemos podría resultarnos poco práctico. Sin embargo, hay algunos trucos que nos pueden ayudar a controlar el consumo pasivo de estos electrodomésticos:

1. Apagar el televisor, el DVD y la cadena de música siempre desde el interruptor.

2. Desconectar el wifi si no vamos a estar en casa.

3. Si nos vamos de viaje, desenchufar el microondas, el horno y el aire acondicionado. Las pantallas de estos electrodomésticos consumen mucha energía.

4. Apagar la impresora y los altavoces del ordenador si no los estamos utilizando. Suelen estar encendidos mientras usamos el ordenador e, incluso, cuando lo apagamos.

5. Utilizar un temporizador en los termos de agua caliente de modo que solo se encenderá las horas que le especifiquemos.

6. Utilizar regletas con interruptor. Es una solución fácil y cómoda. Su botón de encendido y apagado permite desconectar de la corriente eléctrica varios electrodomésticos a la vez cuando no los estemos utilizando. Además, si los agrupamos por la frecuencia de uso, nos resultará mucho más práctico.