Sostenibilidad y salud: aliados para mejorar el bienestar
Sostenibilidad y salud son aliados clave. Descubre cómo las prácticas sostenibles mejoran tu bienestar diario.
Es Eco, es Lógico
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¿Cómo influye la sostenibilidad en la salud?
La sostenibilidad supone mantener un equilibrio entre los recursos naturales, el medio ambiente y las necesidades de las personas a medio y largo plazo. Por dicho motivo, la sostenibilidad es crucial para nuestra salud, ya que influye en:
- La calidad del aire que respiramos. La contaminación ambiental tiene un impacto directo en la salud respiratoria de las personas.
- La calidad del agua que consumimos. El consumo de agua contaminada está asociado con enfermedades gastrointestinales e infecciones.
- La seguridad alimentaria y la calidad nutricional de los alimentos. Los pesticidas y fertilizantes pueden contaminar los alimentos y el suelo. Además, la deforestación y la pérdida de biodiversidad pueden afectar a las propiedades nutritivas de los alimentos.
- La salud mental. Un entorno natural, limpio y saludable tiene un efecto positivo en la salud mental y el bienestar de las personas. El contacto con la naturaleza reduce el estrés, la ansiedad y la depresión.
Beneficios de llevar un estilo de vida sostenible para la salud
- Un estilo de vida sostenible busca reducir el impacto ambiental y preservar los recursos naturales para las generaciones futuras. Es también una forma de vida más saludable y consciente que nos da la posibilidad de vivir en armonía con nuestro entorno.
- Nos anima a ser más activos, a hacer ejercicio y a comer alimentos saludables.
- Mejora nuestro bienestar emocional, porque nos conecta con la naturaleza y eso ayuda a generar hormonas de la felicidad, como serotonina, dopamina, endorfinas y oxitocina.
- Beneficia a la economía familiar porque supone un cambio de hábitos de consumo, como comprar de forma consciente solo lo que se necesita y controlar el consumo de energía y recursos naturales.
10 hábitos sostenibles que mejoran la salud
- Reutilizar.
- Reciclar.
- Consumir los recursos naturales y la energía responsablemente: cerrar el grifo, apagar la luz y usar bombillas led, etc.
- Reducir el consumo de plástico.
- Consumir frutas y verduras de temporada
y de proximidad porque tienen menor huella de carbono.
Ajusta las raciones para evitar el desperdicio alimentario. - Desplazarse de forma sostenible: a pie, en bicicleta, en patinete, en transporte público o compartiendo el coche (carsharing).
- Apostar por el diseño sostenible. Optar por el ecodiseño y
la producción de artículos con material reciclado. - Cuidar a los animales.
- Participar en actividades de limpieza del medio ambiente.
- Fomentar la educación ambiental. Comparte con tu familia y amigos la importancia de la sostenibilidad.
El papel de la alimentación sostenible en la salud
La calidad y cantidad de alimentos consumidos son dos de los factores principales que determinan nuestro estado de salud. Una dieta sostenible protege y respeta la biodiversidad y los ecosistemas, es accesible, justa y asequible. Para ello, es importante actualizar nuestros hábitos alimentarios a la hora de elegir nuestra comida, para reducir los desperdicios y la contaminación alimentaria y también el consumo excesivo de proteínas, carnes procesadas, grasas saturadas, azúcares y granos refinados, y comiendo más fruta, verduras, cereales y ácidos grasos insaturados.