Descubre el impacto ambiental de la pandemia

El año pasado vivimos una situación inaudita provocada por la aparición de la COVID-19 que afectó a diversos ámbitos de nuestra vida. La mayor parte de la población se vio obligada a permanecer encerrada en sus casas durante varios meses, y esto afectó enormemente a la naturaleza.

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Junto con el confinamiento, todas las acciones ideadas para frenar el contagio del virus han repercutido de forma indirecta en nuestro medioambiente; algunas lo han beneficiado, pero muchas otras lo han perjudicado todavía más. ¿Te apetece descubrir el progreso del impacto ambiental de la pandemia? Si es así, a continuación, te lo contamos.

Pandemia y medioambiente: impactos positivos 

Desde el 15 marzo hasta el 21 junio de 2020, los ciudadanos españoles nos vimos forzados a permanecer en nuestras casas para frenar los efectos de la COVID-19. Además del confinamiento de la población, el Gobierno también adoptó diferentes medidas que impedían a los ciudadanos de diferentes países entrar a nuestro país y que beneficiaron enormemente a la naturaleza.

  • Reducción de gases de efecto invernadero y mejora en la calidad del aire: las medidas tomadas para contener la pandemia a lo largo del mundo, la paralización de la industria y la reducción de desplazamientos provocaron un gran descenso en las emisiones de gases, como el dióxido de nitrógeno, y devolvieron a muchas ciudades la pureza de su aire. Este acontecimiento fue captado por varios satélites de la Agencia Espacial Europea, donde se veía muy claramente la diferencia en la atmósfera entre un año y el otro.
  • Reducción de la contaminación acústica: durante el tiempo que la población estuvo confinada, el ruido producido por la actividad humana también se vio reducido en las grandes ciudades, y alcanzó por fin el volumen de decibelios recomendado por la Organización Mundial de la Salud.
  • Los animales salvajes ampliaron sus zonas de campeo: el confinamiento severo que padeció la mayor parte de la población trajo consigo la oportunidad de observar cómo actúa la naturaleza cuando los humanos no la entorpecemos. Imágenes de animales de diferentes especies, naturalmente salvajes, invadiendo entornos urbanos inundaron la prensa a lo largo del mundo.
  • Aguas más limpias: con la entrada en vigor del estado de alarma, muchos países cerraron sus aeropuertos pero también sus puertos, impidiendo el paso a distintos tipos de embarcaciones. Como efecto secundario de esta medida de prevención, los mares también se oxigenaron de toda la contaminación a la que estaban acostumbrados ya que, además de todos los desperdicios que se arrojan al mar, muchas embarcaciones, sobre todo los cruceros de lujo, contaminan hasta cinco veces más que el total de vehículos que circulan por todo el territorio peninsular. Un claro ejemplo de cómo afectó el confinamiento al mar es la ciudad de Venecia, que, durante ese periodo de tiempo, vio como las aguas de sus canales se volvían totalmente cristalinas.


 Pandemia y medioambiente: impactos negativos

El uso del plástico y diversos materiales de un solo uso, junto con el consumo obligatorio de las mascarillas, han jugado un papel muy importante en la pandemia. Y, aunque su utilización ha ayudado a frenar la expansión del virus, ha acabado por convertir la COVID-19, además de en una amenaza para la salud pública, en una amenaza real para el medioambiente.

  • Contaminación del medioambiente: las mascarillas desechables, los geles hidroalcohólicos, las pantallas faciales o los guantes son algunos de los elementos, compuestos mayoritariamente por plástico, que hemos introducido en nuestra rutina diaria (sin contar los hospitales, cuyo uso es todavía mayor). Si la contaminación por el uso masivo del plástico ya era un grave problema en nuestro planeta antes de la pandemia, el uso desmesurado de productos compuestos por este material ha terminado por agravarlo, ya que los mares, las playas, los montes y las calles se han visto invadidos por mascarillas y guantes.
  • Invasión del entorno de los animales: muchos animales han visto cómo su entorno se llenaba de repente de elementos perjudiciales para su salud y para el medioambiente, como las mascarillas. Este elemento no solo tarda en descomponerse aproximadamente 400 años, sino que puede ser una trampa mortal para la fauna. Además de los residuos que acaban en el mar y agravan todavía más el problema de los animales marinos, los centros veterinarios alertan que cada vez más llegan aves que han quedado totalmente atrapadas por las gomas de las mascarillas o que han terminado por estrangularse. Por eso, recomiendan encarecidamente a la población que antes de desecharlas corten las gomas porque, de este modo, pueden salvar vidas


Pandemia y medio ambiente: situación actual

La situación actual en nuestro país es incluso peor que antes de la pandemia, ya que, a los efectos negativos de la COVID-19 que hemos tratado anteriormente, hemos de añadir un descenso en el uso del transporte público, o compartido, con el respectivo aumento en el consumo de los coches particulares. Este hecho ha aumentado la generación de gases de efecto invernadero, como el dióxido de nitrógeno, lo que incrementa la contaminación de nuestra capa de ozono.

 A todos nos ha tocado sufrir los efectos de esta pandemia y, aunque hay cosas que no están en nuestra mano, si lo está ayudar o perjudicar el medioambiente de nuestro planeta. Cada gesto, cuenta. 

¡Actúa con responsabilidad!