Tipos de calefacción para nuestro hogar
Examinamos los diferentes tipos de calefacción y sus efectos sobre la naturaleza para que puedas elegir el que mejor se adapte a tus necesidades.
Es Eco, es Lógico
Comparte
La forma en que calentamos nuestro hogar puede tener un impacto significativo en el medio ambiente. En un mundo cada vez más consciente de la necesidad de reducir la huella de carbono y promover la sostenibilidad, es importante considerar opciones de calefacción que sean respetuosas con nuestro entorno, además de valorar los costes de instalación y mantenimiento, la eficiencia y las condiciones climáticas de nuestra zona. En este artículo exploraremos varios tipos de calefacción que pueden ayudar a mantener nuestras casas caldeadas sin dañar el planeta.
Tipos de calefacción según la fuente de energía
Calefacción por combustión
- Es el sistema clásico de calefacción.
- Las estufas de leña o de pélets o las chimeneas son sistemas de calefacción autónomos que utilizan combustibles sólidos para generar calor.
- Ideal para espacios individuales o para complementar otros sistemas de calefacción.
- Precisa suministro constante de combustible. Puede generar humo o cenizas.
Calefacción de gas
- Es el tipo más popular en nuestro país. El agua caliente puede dirigirse a radiadores o a una instalación de suelo radiante por agua.
- La instalación inicial puede requerir una inversión elevada dependiendo en gran medida del tipo de caldera que elijamos.
- Es respetuosa con el medio ambiente, apenas emite CO2 y tiene un alto rendimiento.
Calefacción solar
- Es una de las fuentes de energía más limpias y sostenibles disponibles.
- Aprovecha la energía del sol para calentar aire o agua que luego se distribuye por la casa.
- Los paneles solares capturan la radiación solar y la convierten en calor utilizable.
- Depende de las condiciones climáticas y puede requerir una inversión inicial significativa.
- Puede proporcionar agua caliente para calefacción y uso doméstico, reduciendo así la dependencia de combustibles fósiles.
Calefacción eléctrica
- Es popular debido a su facilidad de instalación y versatilidad. Utiliza resistencias eléctricas para calentar el aire directamente, lo que significa que no se necesita un combustible adicional.
- Tiende a ser menos eficiente en términos de consumo de energía y puede aumentar significativamente la factura eléctrica, especialmente en climas fríos.
- Los radiadores eléctricos, los calentadores de convección, los sistemas de suelo radiante eléctrico y los radiadores de aceite son ejemplos de sistemas de calefacción eléctrica.
Calefacción por geotermia o aerotermia
- Utiliza la temperatura constante del suelo (geotermia) o del aire (aerotermia) para generar calor.
- Consiste en una bomba de calor que extrae el calor del subsuelo o del aire y lo libera en el interior de la vivienda.
- Es altamente eficiente y puede ahorrar una cantidad significativa de energía.
- Puede integrarse en sistemas de suelo radiante o en radiadores o proporcionar calefacción, refrigeración y agua caliente.
Biomasa
- Es una opción sostenible, ya que utiliza materia orgánica como madera, pélets, cáscaras de nuez y otros residuos, como fuente de calor.
- Se emplea en estufas, calderas y sistemas de calefacción central.
- La conversión de estos desechos en energía reduce la cantidad de residuos que se envían a los vertederos.
Además de tener en cuenta la fuente de energía, el uso de sistemas de calefacción inteligentes puede contribuir a una calefacción más eficiente y, por lo tanto, a una menor huella de carbono. Los termostatos programables, los sistemas de diferenciación de zonas de calor y la domótica pueden ayudar a minimizar el desperdicio de energía.