Cómo afrontar la jubilación de forma positiva

¿Se acerca tu jubilación y no sabes cómo afrontarla? Existen muchas formas de prepararte para este momento y mantenerte positivo. ¡Descubre cómo!

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Muchos de nosotros pasamos años imaginando cómo será nuestra jubilación: viajar, pasar más tiempo con la familia y amigos, dedicarnos a otras actividades como pintar, hacer jardinería, cocinar, jugar al golf o pescar, o simplemente, disfrutar de la libertad de relajarnos.


Inicialmente, escapar de la rutina laboral diaria y de un viaje de trabajo puede aportar un gran alivio. Sin embargo, pasados unos meses desde que nos hemos jubilado, nos encontramos con que la novedad de estar en vacaciones permanentes comienza a desaparecer. 


Es posible que se disipe el significado y propósito de vida, la rutina que tenías en tus días o el aspecto social de tener compañeros de trabajo, y en lugar de sentirte libre, relajado y satisfecho, te sientas aburrido, sin rumbo y aislado. 

¿Cómo afrontar la etapa de la jubilación positivamente?

La jubilación implica un cambio de vida importante, que puede traer estrés pero también muchos beneficios. Es muy importante planificar la transición y enfrentar la jubilación de forma saludable para adaptarse a la nueva etapa de la vida y asegurarse una jubilación feliz y gratificante.

Cómo prepararse para la jubilación

  • Acepta y normaliza el cambio: aunque es una parte inevitable de la vida, hacer frente al cambio rara vez es fácil, puede parecer que la vida se acelera y aumentan los desafíos físicos y de salud. Es normal responder a estos cambios con una variedad de emociones mixtas, a menudo conflictivas. El primer paso es aceptarlo.
  • Reconoce tus emociones: si te sientes triste, ansioso, afligido o con una mezcla de emociones, al reconocer y aceptar lo que sientes descubrirás que, incluso las emociones más intensas o desagradables, pronto pasarán. Las emociones son estados transitorios sobre los que podemos actuar, con nuevas rutinas y comportamientos saludables y positivos.
  • Acepta las cosas que no puedes cambiar: criticar situaciones sobre las que no tienes control puede ser agotador. Mira hacia atrás, hacia los cambios a los que te has enfrentado en tu pasado, para recordar que también puedes gestionar este cambio de modo satisfactorio.
  • Ajusta tu actitud: piensa en la jubilación como un viaje, en lugar de un destino. Date tiempo para resolverlo todo; siempre puedes cambiar de dirección si es necesario. También puedes ajustar tu actitud enfocándote en lo que estás ganando, en lugar de las cosas que estás perdiendo.

Nuevo estilo de vida

  • Redefine tu identidad: después de la jubilación, puedes encontrar nuevas formas de definirte a ti mismo, a través de actividades y amistades no relacionadas con el trabajo. 
  • Busca apoyo social: no tienes que enfrentarte solo a los nuevos desafíos de la jubilación. Muchas otras personas están pasando por las mismas dificultades. Compartir la carga puede ayudar a aliviar tu estrés y reforzar tus habilidades de afrontamiento.
  • Fortalece tu red social: mantenerte conectado socialmente puede tener un gran impacto en su salud mental y felicidad. Nunca se es demasiado mayor para entablar amistades nuevas.
  • Dieta saludable: mantén una dieta saludable. Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.

 

Cuida tu salud mental tras la jubilación

Independientemente de los desafíos a los que te enfrentes, existen formas saludables de aliviar el estrés y la ansiedad, sobrellevar mejor los cambios y mejorar tu estado de ánimo, perspectiva y bienestar general.

  • Practica la relajación: practicar, regularmente, una técnica de relajación, como la meditación, la relajación muscular progresiva o la respiración profunda, te puede ayudar a aliviar la ansiedad y el estrés, a reducir la presión arterial y a mejorar la sensación general de bienestar.
  • Mantente activo: añade una rutina a tus días: el ejercicio físico es una forma muy efectiva de mejorar tu estado de ánimo. No importa la edad o las limitaciones de movilidad, hay muchas formas de obtener los beneficios del ejercicio regular. Trata de hacer 30 minutos de actividad la mayoría de los días.
  • Practica la gratitud: tómate un momento para apreciar las pequeñas cosas de la vida: una llamada telefónica, una canción o la sensación del sol en la cara. ¡Disfruta de las cosas pequeñas!
  • Rompe el hábito de la preocupación: la preocupación crónica es un hábito mental que puedes aprender a romper. Desafiar tus pensamientos ansiosos y aprender a aceptar la incertidumbre en la vida puede calmar tu mente, mirar la vida de una manera más equilibrada y reducir el tiempo que pasas preocupándote.