La cerveza, la reina del verano (y del invierno)

La cerveza es uno de los imprescindibles en cualquier época del año. Espumosa, refrescante y sabrosa, ‘la hija del lúpulo’ es una de las más buscadas para aplacar el efecto de las altas temperaturas o para tomar junto a un buen aperitivo. En botella de cristal o lata y con tantas variantes como paladares es difícil escapar a la tentación.

A examen

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Pese a sus variedades, con carácter general, llamamos cerveza a la bebida que se fabrica con malta de cebada u otros cereales, se fermenta en agua con levadura, y se aromatiza con lúpulo y otras plantas.

A diferencia de lo que sucede con otros productos, la cerveza pese a ser una bebida milenaria, nunca ha pasado ‘de moda’. Sus cualidades y la gran cantidad de variantes que posee contribuyen a que además de un método clásico para refrescarse, se haya convertido en un ingrediente culinario interesante y objeto de catas, degustaciones y maridajes en la gastronomía.

El lúpulo es decisivo en su elaboración, ya que además de otorgarle el toque amargo, contribuye a su conservación y actúa como estabilizador.

Su graduación alcohólica puede alcanzar hasta cerca de los 30º, es decir que pueden contener hasta un 30% de alcohol por litro, aunque principalmente se encuentran entre 3º y 9º.

TIPOS

Hay distintas formas de clasificar la cerveza: según el origen, el ingrediente principal, su graduación, el color o el método de elaboración, pero una de las formas más generalizadas para catalogarlas es su fermentación.


• Baja Fermentación (Lager)
Estas cervezas fermentan a temperatura baja (entre 0 ºC y 4 ºC). Suelen ser ligeras y suaves. Pueden ser rubias, más claras o doradas, tostadas, e incluso, negras. La temperatura ideal para servirlas es de 5 ºC. Son perfectas para un clima caluroso.

Algunas tienen una denominación específica según su lugar de origen. Es el caso de las Munich (de color más oscuro y sabor a malta) o las Viena (más dulce y rojiza), o bien por las peculiaridades de su elaboración.

Las Pilsen, que recibe su nombre de la ciudad checa en la que nacieron, es la más extendida en nuestro país. Claras, ligeras y refrescantes. Tienen un ligero aroma a lúpulo con notas suaves y frescas.


• Alta Fermentación (Ale)
Son cervezas que fermentan a temperaturas elevadas (hasta 24 ºC). Originarias de las Islas Británicas, son muy aromáticas, con cuerpo y sabor marcado.  Son ideales para un clima frío por su sabor intenso y su alta graduación.

Dentro de las cervezas de fermentación alta se pueden distinguir tres subcategorías: Ale, Stout y Porter. Las dos últimas son de tonalidades oscuras pero las Porter son más dulces frente a las Stout, con un sabor más fuerte, aún más oscuras y con un sabor más amargo. Son elaboradas con malta de cebada tostada y tienen notas a chocolate y café.


• Fermentación espontánea (Lambic)
Se elaboran con levaduras salvajes que quedan en suspensión en el aire para que se depositen en el mosto. Con poco gas y escasa espuma, tienen un aroma muy afrutado.

DIFERENCIA CERVEZA 'SIN' Y 0,0

En los últimos años se ha extendido mucho el consumo de la cerveza sin alcohol en nuestro país. La ‘sin’ se obtiene bien por una parada en la fermentación o bien extrayendo el alcohol a través de procedimientos físicos.
A pesar de su nombre, la cerveza sin alcohol sí tiene presencia de cierta graduación alcohólica en su producción (menos de 1%). Se trata de un nivel tan bajo que es apenas perceptible.
La cerveza 0,0 no utiliza la fermentación en su elaboración y por lo tanto no contiene alcohol. Es simplemente una bebida formada por agua, cebada, malta y lúpulo.

PROPIEDADES

• Es cardiosaludable.

• Ayuda a reducir los triglicéridos.

• Mantiene los niveles de HDL, el llamado ‘colesterol bueno’, que ayuda a prevenir que las arterias se obstruyan.

• Contiene altos niveles de silicio que está vinculado a la salud de los huesos.

• Reduce la coagulación de la sangre.

• Favorece la digestión.

• Contiene vitamina B6, B12 y ácido fólico