Mejora tu salud mental con estos consejos
Mejorar la salud mental es muy importante, ya que esta influye en todos los aspectos de nuestra vida. Por ello te traemos estos consejos y hábitos clave.
Conócete
Comparte
Parece “casi obligatorio” estar en buena forma física, cuidar la alimentación, descansar, dormir correctamente, pasar tiempo con nuestros seres queridos… Pero ¿qué pasa con nuestra salud mental?
Importancia de la salud mental
Ser conscientes de nuestra salud mental es importante no solo cuando nos sentimos con ánimo bajo o estresados. Podemos comprobar cómo nos encontramos, detenernos y advertir qué hacer.
Llevamos un ritmo de vida elevado: trabajo, familia, amistades y un sinfín de responsabilidades que atendemos a lo largo de las semanas. A esta circunstancia, además, hay que añadir el excesivo y continuo estímulo de información que nos llega a través de los medios y las redes sociales, que condiciona nuestra forma de ver los problemas y de solucionarlos, y que determina nuestra forma de pensar.
¿Has tenido alguna vez la sensación de estar metido en un túnel del que no eres capaz de salir? Esta sensación, a la que llegamos sin darnos cuenta, puede llevar a descuidarnos, por lo que se hace muy necesario que tengamos algunas pautas para cuidar nuestra salud mental.
Consejos para mejorar la salud mental
Cuando nos sentimos inquietos o ante una situación incómoda, son las emociones negativas las que nos informan de que hay algo que no va bien. Nuestra reacción ante su aparición condiciona nuestro comportamiento. Este comportamiento también se ve condicionado por nuestros pensamientos. Estos pueden ser positivos o negativos. Sabemos que, sin darnos cuenta, tendemos a enredarnos con los negativos, fruto del malestar emocional.
Tenemos que saber cómo se han generado: por una mala noticia, por una situación estresante de trabajo o de familia o por un problema con otra persona. Estas situaciones nos hacen sentir mal y suelen producir emociones negativas.
Cuando los pensamientos y sentimientos negativos se prolongan en el tiempo, en nuestro cuerpo se pueden manifestar signos y síntomas que se denominan somatizaciones: dolores de cabeza, dolores de cuello, trastornos digestivos, dificultad para respirar, inquietud y agitación física, palpitaciones, cansancio o dificultades para dormir. Conviene escuchar a nuestro cuerpo, lo que no significa dejarse llevar por las apetencias. En muchas ocasiones no nos tomamos en serio estos avisos.
SOS, el cuerpo te habla. ¡Escúchalo!
Debemos atender estos aspectos:
- Anotar las circunstancias o situaciones que han provocado malestar o incomodidad, tanto cognitivo (pensamientos negativos) como emocional, para cuidar de nosotros mismos. La mejor forma de llevarlo a cabo es haciendo un STOP. Puede ayudarte tener a mano esa señal, en formato digital o papel.
- Debemos tomar un respiro: tan simple como tomarnos tiempo para regular el ritmo respiratorio y respirar de manera pausada y consciente. El corazón y los pulmones son los encargados de mantenernos estables y con vida. Cada vez está más extendida la práctica de la atención plena, que potencia, como anclajes, la respiración y la consciencia del ritmo cardíaco como potenciador de bienestar psicológico.
- Encontrar soluciones: buscando diferentes formas de ver lo ocurrido, desde la adopción de medidas saludables y convenientes para nuestra salud física y mental, podemos trabajar las distintas soluciones siguiendo algunos criterios básicos, como que pueda ser una elección favorable para uno mismo, que no perjudique o dañe a otras personas y que no provoque otro problema.
¿Cuándo hay que buscar asistencia profesional?
Conviene decir que solicitar ayuda profesional es lo más adecuado, sobre todo cuando somos conscientes de que queremos resolver un problema ante el que nos encontramos y que solos no podemos. También es muy importante asegurarnos de que el profesional está respaldado por un colegio profesional. Es garantía de formación académica y de que trabaja con uso de técnicas basadas en la evidencia científica.