Mascotas para niños, ¿qué responsabilidades podemos darles?
¡Mamá, quiero un perro! O un gato o una tortuga o un hurón… ¿Cuántas veces escuchamos decir esta frase a los niños? Porque lo cierto es que a los niños les encantan los animales y convivir con ellos puede aportarles grandes beneficios.
Mascotas
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Uno de ellos es enseñar al niño a tener pequeñas responsabilidades aprovechando la motivación del animal. Porque, aunque es importante recalcar que la responsabilidad de un animal es siempre de los adultos, los niños pueden ayudar en su cuidado.
Las mascotas no son un juguete
Lo primero que hay que explicar al niño es que no es un juguete. Un animal es un ser vivo y hay que respetar su espacio y su personalidad y, sobre todo, los momentos de descanso y comida. Una vez que el niño entiende esto, podemos encargarle pequeñas tareas, dependiendo de su edad y grado de madurez.
Hasta los seis años: los niños pueden ocuparse de ponerle la comida al animal y mantener el bebedero siempre con agua limpia, bajo supervisión de un adulto. También pueden encargarse de sacar y guardar los juguetes, en el caso de perros y gatos. Cuando los animales viven en jaulas o acuarios, como conejos, pájaro, cobayas o peces, pueden avisar a los padres cuando estén sucios y prestar una pequeña ayuda.
Entre los 6 y los 11 años: podemos ampliar las tareas a que sean ellos mismos los que limpien las jaulas, camitas o peceras y que mantengan limpio y cómodo el espacio de su compañero animal.
Además, ya podrán fregar sus cacharros de comer y beber y, algo que gusta mucho a los niños, acompañar al adulto al veterinario para que conozca sus necesidades básicas de salud. Además, tendrán la “ardua” tarea de jugar cada día con el animal. Por ejemplo, perros y hurones son muy juguetones. En otros animales, como gatos o conejos, a veces, son independientes y no quieren tanto contacto con las personas, así que esto enseñará a los niños a tener paciencia y respetar también los gustos del animal.
A partir de los 11 años: los niños ya conocen bien a su mascota y, por ejemplo, ya pueden sacarla a pasear, en el caso de perros y hurones. También pueden asumir una gran responsabilidad, como encargarse de dar la medicación al animal, cuando sea necesario, o darle sus pastillas y productos desparasitarios.
Por supuesto, a cualquier edad, podemos llevar a los niños a realizar tareas divertidas, como elegir collares, correas, juguetes y chuches para sus mascotas.
Más vale prevenir
Al hablar de niños y mascotas, una de las preocupaciones que pueden surgir en muchos padres es el tema de que les transmitan alguna enfermedad. ¡Calma! Solo hay que tener ciertas precauciones.
A las enfermedades que pueden transmitirse de animales a humanos se les denomina zoonosis. Cada comunidad autónoma tiene unas que son de obligada declaración, aunque son muy similares en todo el territorio nacional. Por ejemplo, en la Comunidad Valenciana, para perros y gatos hay 10 que son de declaración obligatoria, es decir, cuando un veterinario diagnostica una de estas enfermedades debe comunicarlo, en un plazo máximo de 10 días, al RIVIA (Registro Informático Valenciano de Identificación Animal) para llevar un control de las mismas y evitar su propagación.
Estas enfermedades son la leishmaniosis, toxoplasmosis, dirofilarosis, leptospirosis y las provocadas por la picadura de una garrapata, ehrlochiosis, babesiosis, rickettsiosis, enfermedad de lyme y hepatozoonosis.
Para prevenir el contagio de todas ellas, sea cual sea el animal que tengamos, desde el Colegio Oficial de Veterinarios de Valencia (ICOVV) aconsejan “cumplir el plan de vacunación de nuestro animal de compañía, desparasitarlo con frecuencia, visitar periódicamente a nuestro veterinario para que lleve a cabo una revisión, así como mantener una correcta higiene en el hogar, tanto personal como en la cocina y con los alimentos que consumimos”.