Cómo pasear al perro

¿Cómo podemos evitar que el perro salga muy nervioso de casa? Te damos unos consejos sobre cómo pasear al perro para que el paseo sea agradable para ambos.

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El paseo es el momento del día más esperado para un perro, además de ser fundamental para su salud mental y física. Sea cual sea su vivienda habitual, incluso aunque tenga mucho espacio, salir a pasear dos veces al día es necesario.

Pero, en muchas ocasiones, el paseo se convierte en un momento estresante. El perro pasa todo el día en casa esperando para salir a pasear.  La ansiedad por salir de casa puede llevarle a un estado emocional que no sepa gestionar. Es nuestra responsabilidad ayudarle para que el paseo sea beneficioso para ambos.



Trucos para que el paseo con tu perro sea tranquilo

Del humano depende que el perro salga de casa tranquilo. Si ayudamos a nuestros perros a vivir el paseo con alegría, pero sin ansiedad, el disfrute está asegurado:

· Estructura el paseo. Tanto la salida como la vuelta a casa deben ser tranquilas y relajadas. La parte central del paseo, en la que el perro debe disfrutar, debe variarse con diferentes actividades y lugares donde podamos soltar al perro. Cuando te dispongas a salir de casa, habla a tu perro siempre con una sonrisa. Mantente tranquilo tú también, ten paciencia, él lleva todo el día esperándote. Sal de casa solo cuando el perro esté calmado, nunca en un estado de nerviosismo. Es muy importante que, antes de nada, el perro haga sus necesidades para que pueda estar liberado y dedicarse a disfrutar. Llévalo con la correa holgada, nunca tensa, para no trasladarle esa tensión.

· Cambia las rutinas. El perro necesita un poco de todo: olfatear, estar en compañía de otros perros, correr, jugar con otros perros, conocer nuevos lugares, personas y animales, jugar contigo, pasear suelto, pasear con correa… El inicio y el final del paseo deben ser siempre iguales para que el perro entienda cuándo empieza y cuándo volvemos a casa. Esta rutina le hará sentirse seguro. El tiempo del paseo viene marcado por la calidad del mismo y también por la edad y energía del perro. Un senior tendrá suficiente con un paseo corto, mientras que un perro joven puede necesitar dos horas de paseo y mucha actividad.

· No salgas a cansar al perro. Sal a estimularle, a dejarle ser perro. Cada día elige una actividad predominante. Por ejemplo, jugar contigo, jugar con otros perros, conocer un lugar nuevo, ir a la playa o al monte, soltarlo en un parque para perros para que haga «amigos», dar una clase de obediencia con sus chuches favoritas o practicar algún deporte como mantrailing o agility.

· Aumenta el vínculo. Los paseos deben ser divertidos para ambos, servir para aumentar el vínculo y crear una convivencia equilibrada. Siempre que sea posible, el perro debe tener momentos de disfrutar de libertad para ser autónomo y otros momentos de ir de la correa, al ritmo de su responsable.

· Aprovecha para observar a tu perro. Aprenderás muchas cosas de él que no te puede mostrar en casa y que te servirán para mejorar su bienestar y vuestra convivencia. Nunca te enfades si tira de la correa, se siente inseguro o no se comporta como tú deseas. Ten paciencia, enséñale a no tirar de la correa, a relacionarse con otros animales y con humanos. Confía en él.

· Recompensa los comportamientos que te gusten, como que no tire de la correa, que se siente a tu lado en los semáforos o que salude a otros perros correctamente. Que tu perro sepa que lo está haciendo bien.


El paseo debe terminar con la vuelta a algún sitio donde pueda hacer sus necesidades, por si aún lo necesita, y con un paseo tranquilo y relajado hacia casa.