Te contamos en este artículo todo lo que debes saber de la microbiota: qué es, qué función tiene y cómo cuidarla. ¡No te lo pierdas!

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Seguro que de un tiempo a esta parte el término microbiota lo has escuchado más de lo normal. Como si de una nueva moda se tratara, todo el mundo habla de la importancia de cuidar la microbiota. Gracias a las redes sociales y a internet, hoy en día todos tenemos más acceso a la información y somos conocedores de muchos más términos médicos y científicos que hace quince años. No obstante, ¿sabemos realmente qué es la microbiota y en qué nos afecta?

¿Qué es la microbiota?

Según indica la Fundación Española del Aparato Digestivo, la microbiota es un conjunto de microorganismos que se encuentra en el cuerpo y que cumple funciones importantes en la salud y en la enfermedad y, además, actúa como un órgano más. Podemos encontrar la microbiota en diferentes partes de nuestro cuerpo como la piel, el aparato digestivo, incluida la boca, y el aparato genital.

Numerosas investigaciones afirman que en las tripas se gesta todo un mundo de microorganismos que influyen en nuestra salud, tanto a nivel físico y psíquico como emocional, ya que de la microbiota depende la barrera que nos defiende de contagios, enfermedades y otras patologías.

En estudios recientes se ha descubierto que la microbiota es como el DNI de cada individuo; por lo tanto, cada uno la tiene de una forma diferente. Afectan factores como haber nacido por parto vaginal o cesárea. En su formación también influyen factores genéticos y epigenéticos, es decir, microambientales.



¿Cuál es la función de la microbiota?

En este artículo nos vamos a centrar en la microbiota digestiva y cómo influye en nuestro cuerpo. El tubo digestivo del ser humano alberga una población numerosa, diversa y dinámica de microorganismos, principalmente bacterias, pero también hongos, virus o protozoos, que se han adaptado a la vida en las superficies mucosas o en la luz del intestino. Gran parte de estos microrganismos que habitan el intestino humano se llaman nativos, porque residen permanentemente en el tracto gastrointestinal. 

Sin embargo, otras bacterias son microorganismos en tránsito, porque habitan temporalmente en la luz o las mucosas del intestino y después desaparecen. Estas se ingieren continuamente del ambiente, fundamentalmente a través de comidas y bebidas. El conjunto conforma el ecosistema microbiano del intestino, una colectividad de seres vivos con interdependencia y mutualismo entre las especies que lo constituyen. El hecho es que la microbiota intestinal desempeña un papel fundamental en la salud humana, ya que participa en procesos como la digestión, la absorción de nutrientes, el sistema inmunitario, el metabolismo y el estado de ánimo.

¿Cómo cuidar la microbiota?

  • Aumentando el consumo de alimentos prebióticos. Los podemos encontrar en muchas frutas y verduras, especialmente en aquellas que contienen buenos índices de carbohidratos complejos. Están presentes de forma natural en alimentos tales como las hortalizas, verduras, frutas, cereales, legumbres o frutos secos, entre otros.
  • Apostando por la ingesta de alimentos probióticos. Son alimentos o suplementos que contienen microorganismos vivos con la misión de promover las bacterias buenas de nuestro organismo. Generalmente, poseen un alto contenido de fibra y favorecen la mejora del equilibrio de estos microorganismos. El chucrut, el kimchi, el miso, la kombucha y los yogures vegetales y fermentados son ricos en probióticos.
  • Aprendiendo a gestionar el estrés, ya que es el causante de las alteraciones de la microbiota intestinal.
  • Haciendo ejercicio de forma constante.
  • Descansando y respetando las horas de sueño.