Sarna en perros: síntomas y tipo

Descubre todo sobre la sarna en perros, desde qué es hasta los síntomas más comunes y los diferentes tipos que existen. ¡Te lo contamos!

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¿Qué es la sarna en perros? La sarna engloba todas las enfermedades contagiosas causadas por ácaros que suelen afectar generalmente a perros, aunque también pueden sufrirla gatos, hurones, conejos o hámsteres. Los ácaros, unos parásitos externos de tamaño microscópico, se alimentan de la piel de estos animales y producen descamaciones y un picor intenso muy característico. La sarna en perros es una patología común, pero, afortunadamente, conociendo los síntomas es fácil de tratar y atajar.

Entre los síntomas de sarna en perros destaca, por encima de todos, el picor, que puede ser más o menos intenso según los tipos de sarna que existen, y que puede incluso causar heridas. El animal puede pasarse todo el día rascándose y eso puede afectar tanto al apetito como al ánimo.

Esta enfermedad es altamente contagiosa, aunque variable según cada tipo. Generalmente, los animales callejeros o los que viven en colonias con condiciones poco salubres, hacinados o sin demasiadas medidas de higiene tienen más posibilidades de contraer sarna que los que viven en casas y sin contacto con otros animales. También puede ser más frecuente en perros con problemas en el sistema inmunitario o con patologías en la piel.



Pero… ¿cómo se contagia la sarna en perros? Se transmite por contacto directo entre animales o por contacto con la cama o con otros enseres del animal parasitado, ya que el ácaro puede sobrevivir fuera del animal algunos días. Por eso, precisamente, si conviven varios animales en la misma casa y uno de ellos tiene parásitos, se recomienda desparasitarlo y evitar que pasen tiempo juntos para reducir las posibilidades de contagio.

Los síntomas de sarna en perros más comunes son:

  • El animal sacude la cabeza, se rasca y se frota las orejas en distintas superficies. A veces puede llegar a autolesionarse si el picor es muy intenso.
  • Se puede apreciar inflamación o enrojecimiento de una o ambas orejas y del conducto auditivo, así como una secreción ceruminosa o grumosa de color marrón.
  • Pueden aparecer otitis secundarias.

El diagnóstico, eso sí, no suele ser complicado y, ante cualquier síntoma de este tipo, es recomendable llevar al animal al veterinario para que lo compruebe. Entre las consecuencias de la sarna podemos encontrar pérdida de pelo, infecciones secundarias, alteraciones del comportamiento o problemas inmunológicos.



¿Qué tipos de sarna en perros existen?

Existen distintos tipos de sarna en perros:

  • Sarna otodéctica. Es la que tiene lugar en los oídos. Produce un tipo de irritación que se traduce en una mayor producción de cera cuyo síntoma más característico es la presencia de un color oscuro en la oreja. Se puede desarrollar de forma constante en el animal, ya que cada tres semanas puede iniciarse una nueva generación de ácaros en los oídos. El perro suele sacudir la cabeza y trata de rascarse el oído introduciendo las garras posteriores.
  • Sarna sarcóptica. Es una de las sarnas que más picor produce. El ácaro responsable de esta sarna se reproduce con facilidad y excava túneles en la piel, lo que hace que se produzca un enrojecimiento intenso de las zonas afectadas y mucho picor. Es altamente contagiosa e incluso puede afectar a las personas.
  • Sarna Cheyletiella. Suele afectar al dorso del animal. Sus síntomas son un prurito leve o moderado, escamas blancas o amarillentas en el pelo y pérdida de brillo.
  • Sarna demodécica. A diferencia de las anteriores, esta sarna está producida por un ácaro que forma parte de la piel normal de todos los perros. De hecho, se transmite de madres a cachorros tras el parto, especialmente si la madre los amamanta. En condiciones normales, el ácaro vive en la piel del perro sin causar mayor problema; por eso, no se considera que sea, como tal, un tipo de sarna contagiosa.