¿Vamos a por el segundo? Consejos para tener una segunda mascota

Las combinaciones son infinitas, pero algunas pueden generar problemas de convivencia o no ser demasiado adecuadas. Por ejemplo, en una casa con un terrario con una o varias serpientes, adquirir un conejo o hámster… O si tenemos un conejo, adoptar un galgo…

DE LA MISMA ESPECIE...

Una situación muy común es la de tener varias mascotas de una misma especie, ya sean perros, gatos, conejos, o peces.

• Perro con perro. En estos casos hay que tener en cuenta el carácter y sexo del animal que ya tenemos en casa. Si tenemos una perrita adulta de temperamento tranquilo, adoptar un perro macho activo, joven y juguetón puede que ‘revolucione el gallinero´.

Los perros alcanzan su madurez sexual hacia los 7-9 meses de edad. Suele darse una competencia muy directa entre los machos, pero también entre las hembras.
- Macho-hembra. Si no están esterilizados, además del riesgo de procreación, podemos tener problemas entre dos machos no esterilizados, sobre todo, si tienen un tamaño y una edad parecidos.

- Hembra-hembra. Con dos hembras es menos probable tener problemas y, en todo caso, pueden aparecer cuando una o ambas entren en celo. La esterilización de uno o ambos animales “enmascara” el género del individuo y puede facilitar las cosas. 

- Macho-macho. Si ya hay problemas, es preferible esterilizar al animal que parece ser más tranquilo.

• Gato con gato. Para tener varios gatos, debemos tener claro que, si no están esterilizados, es difícil la convivencia entre gatos machos adultos porque el territorio es un factor muy importante y éste es reducido en un piso. En cambio, las hembras suelen agruparse, sobre todo, si están emparentadas.

PERROS Y GATOS ¿JUNTOS?

Si estamos pensando en tener gatos y perros juntos debemos saber que la situación más sencilla es cuando ya tenemos un gato y ‘el segundo’ es cuando traemos un perro joven a casa. El gato ya conoce su territorio, sabe dónde esconderse y refugiarse y el cachorro verá al gato como un compañero, si el segundo no es huidizo. Algunas razas caninas tienen un instinto depredador muy marcado y la convivencia con gatos, conejos o pequeños roedores suele ser complicada. Las razas nórdicas, por ejemplo, pueden ser problemáticas.

¿GATOS Y PÁJAROS?

Los pájaros son una de las presas clásicas de los gatos, por lo que debemos mantenerlos en una jaula especialmente resistente y en un lugar de difícil acceso para el gato. No hace falta que estén en estancias separadas, a no ser que estar juntos genere estrés en los pájaros o que el gato esté constantemente pendiente de lo que hagan los pájaros. 

En cuanto a los perros, aunque también pueden sentir atracción por los pájaros, es menos común que tengamos problemas.

PÁJAROS

Los voladeros o jaulas grandes para pájaros permiten albergar varias aves en una misma instalación. Hay pájaros que son muy sociales, como los agapornis, y otros pueden ser más asustadizos. Lo habitual es combinar pájaros de la misma familia: loros y periquitos (que son psitácidas, pájaros cantores (familia de paseriformes), etc.

PECES, OJO A CUÁLES

En los acuarios también podemos tener problemas. Hay especies muy agresivas (combatientes Betta) o muy voraces (cíclidos), y puede que suframos episodios de canibalismo si crían en acuarios pequeños y con poca vegetación o espacios para refugiarse. En cuanto a los roedores, debemos tener en cuenta la capacidad exponencial de cría o la agresividad  entre machos de la misma especie.

Sin embargo, toda norma tiene excepciones, por lo que no es infrecuente que convivan perros y gatos en un mismo espacio o que un periquito sea el amigo inseparable de un perro. 

Antes de aventurarse, se recomienda pedir información a un veterinario para que nos advierta de los posibles conflictos y cómo actuar durante los primeros contactos o en caso de detectar problemas.