Causas de la sequía: ¿qué podemos hacer?
¿Qué causa las sequías en España y en el mundo? ¿Qué acciones individuales podemos realizar para ayudar? Descubre todo lo que tienes que saber.
Es Eco, es Lógico
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En 1994, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 17 de junio como el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía. Entendemos como sequía la escasez de precipitaciones pluviales, mientras que la desertificación es la degradación del suelo en las zonas áridas o secas, debido a la deforestación, al crecimiento demográfico, a la expansión de ciudades y a la contaminación, entre otras razones. Ambas están íntimamente relacionadas.
Causas de la sequía
- Naturales: fundamentalmente se deben a las modificaciones en los patrones de circulación atmosférica y a la variación e intensificación de la actividad solar.
- Originadas por los humanos: una de las causas más importantes de la sequía es el calentamiento global y el cambio climático, debido al mal uso de los recursos hidráulicos, la quema de combustibles fósiles o la deforestación de los bosques y ciudades. Todo ello provoca la desertificación del suelo.
Tipos de sequías
- Sequía meteorológica: debida a la escasez continua de lluvia.
- Sequía hidrológica: se produce cuando, al llover poco, los embalses se encuentran por debajo del nivel habitual.
- Sequía agrícola: se produce cuando la superficie de cultivo tiene déficit de humedad.
- Sequía socioeconómica: se da cuando la escasez del agua repercute en la economía.
Consecuencias de la sequía
- Disminución de la economía: una de las causas de la sequía es la pérdida de producciones agrícolas y tierras para el ganado. Esto provoca escasez de recursos y, por ende, el aumento de los precios. Además, en caso de agravarse, puede provocar inestabilidad mundial, conflictos y guerras por los recursos naturales.
- Riesgos para la salud de los seres humanos y animales: malnutrición, deshidratación y enfermedades. Y, en algunos países menos desarrollados, hambruna provocada por la escasez de alimentos.
- Impactos medioambientales: contaminación global, pérdida de la biodiversidad y aumento de incendios, sobre todo durante los meses de verano.
- Migración de seres humanos y especies animales.
Acciones individuales en tiempo de sequía
A la hora de afrontar el problema de la sequía en nuestro país, es importante idear acciones que ayuden a prevenir el desperdicio del agua. Aunque muchas de ellas no están en la mano de los ciudadanos de a pie… ¡sí que podemos realizar pequeños actos significativos para el medioambiente!
- Hacer un uso responsable del agua: ducharse en lugar de bañarse; realizar duchas más cortas; no dejar grifos abiertos más tiempo de la necesario; instalar sistemas de ahorro de agua en grifos, duchas o cisternas, y, en verano, ¡no vaciar las piscinas cada dos por tres!
- El riego por goteo: este tipo de riego, muy utilizado entre los agricultores, busca que las plantas y el suelo tengan su grado de humedad óptimo. Además… ¡no desperdicia nada de agua! Anímate a implantar este tipo de riego en tu jardín o huerto personal y huye del riego con la manguera.
- Plantar más árboles: en algunos países han empezado a plantar más árboles para combatir la desertificación. Esta es una de las mejores formas de reducir los daños causados por la sequía, generar sombras para combatir el calor, mejorar el medio ambiente y la calidad del aire e, incluso, aumentar el nivel de precipitaciones pluviales. Si esto no está en tu mano, hazte con plantas resistentes y que necesiten poca agua para crecer.