Comer en familia tiene muchos beneficios entre ellos previene la obesidad y otras enfermedades. ¿Sabías por qué? ¡Toma nota!

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Existe la falsa creencia de que los alimentos procesados, con grasas y azúcares, son los únicos responsables de que la obesidad se extienda de manera tan escandalosa en el mundo desarrollado. De hecho, un 25% de la población española sufre obesidad hoy en día, cifra que se eleva al 32% en niños de entre 7 y 13 años, según se extrajo del XXIV Congreso Mundial de la Federación Internacional de Cirugía de la Obesidad y Enfermedades Metabólicas (IFSO) y el XXI Congreso de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad Mórbida y de las Enfermedades Metabólicas (SECO), celebrados en septiembre de 2019 en Madrid.

Pero muchos nutricionistas coinciden en que la obesidad es más que la ingesta de alimentos ultraprocesados, se trata de un problema social en el que también se ven involucrados aspectos como la poca práctica de ejercicio diario, el desorden en las comidas o ver la tele mientras se come, entre otros factores.

Según la dietista-nutricionista Luján Soler, en una entrevista para el BBVA, “se ha comprobado que cuando los niños comen acompañados por sus padres consumen más verduras o más frutas. Es diferente comer acompañado a comer mirando el portátil o la televisión, porque no hay conciencia de la cantidad y alimentos que consumimos”.


Un 25% de la población española sufre obesidad hoy en día, cifra que se eleva al 32% en niños de entre 7 y 13 años


Hábitos sanos en la familia

Para llevar una dieta sana y equilibrada es necesario seguir unos hábitos alimenticios correctos: preferir los alimentos frescos a los procesados, cumplir la regla de ‘5 al día’ (5 piezas de frutas y verduras), procurar cumplir con la combinación del ‘Plato Harvard’ que consiste en que en cada comida los vegetales (verduras y hortalizas) ocupen la mitad del plato que estamos preparando, un cuarto del plato de hidratos de carbono y el otro cuarto de proteínas.

Pero, aparte de todo lo anterior, es muy importante el ejemplo. Es decir, si obligamos a nuestros hijos a que coman fruta, por ejemplo, lo primero que debemos preguntarnos es si nosotros la comemos. E, igual que con la fruta, con todo lo demás. Si queremos que los niños sigan una dieta equilibrada, es muy importante que les mostremos la importancia de esa dieta, rica en fruta, verdura, hidratos de carbono y proteínas de alta calidad. Sin ese ejemplo, es muy difícil argumentarle al pequeño que siga unas pautas saludables.



¿Cómo crear un estilo de vida saludable en familia?

Además de llevar una dieta sana y equilibrada y procurar que toda la familia la siga, existen otros factores que nos pueden ayudar a crear un estilo de vida saludable en familia.



1. Ir a la compra: ¿por qué no? Mucha gente va al súper y se deja a los niños en casa. Está claro que es una cuestión de practicidad y comodidad, pero si vamos a comprar en familia, también les estamos enseñando. Los niños pueden participar en la elección de la fruta, ver el pescado, que les llama mucho la atención, aprender en qué recetas lo vamos a cocinar, elegir un tipo de corte u otro dependiendo de lo que se vaya a hacer para cenar, etc. Es una forma de involucrarles de forma didáctica en la cocina y en la alimentación diaria. Sin darse cuenta, irán aprendiendo qué alimentos son mejores, etc.

2. Guardar y conservar: muy relacionado con seguir una dieta saludable está el tema de la conservación de alimentos. Una correcta colocación de los productos en el frigorífico, congelador, despensa, etc. contribuye a que se conserven mejor y, por ende, a que cuando vayamos a utilizarlos para comer en crudo o cocinar, estén en las mejores condiciones. Así que, después de la compra, viene la tarea de guardar y ordenar. Involucremos a los niños también en este proceso, es una forma de que aprendan también conductas de higiene y cuidado de los alimentos que van a comer, y esto contribuye a que, cuando sean mayores, tengan estos conceptos bien asentados.

3. ¡Las manos en la masa! Una vez comprado y guardado, ¿qué nos queda? Pongámonos a cocinar, según el planning que hayamos establecido y hagamos que los niños nos ayuden con esta tarea. Aprenderán cómo combinar alimentos, podrán poner su granito de arena en cada receta y seguro que, a la hora de comérsela, la disfrutan más.

4. ¡A comer! En las principales comidas del día es muy importante que los niños estén acompañados. Intentemos evitar, en la medida de lo posible, teléfonos móviles, tabletas o cualquier dispositivo electrónico. Cuando ocurre esto, por ejemplo, no hay conciencia ni la cantidad ni de los alimentos que se han consumido. Sentémonos relajados, tranquilos, conversando y masticando bien, además de aprender hábitos de alimentación y conducta, se fomentan las relaciones padres-hijos, importantísimas para su desarrollo.

5. Limitar el sedentarismo: además de una dieta sana y equilibrada, es muy importante moverse. La OMS recomienda para niños de entre 5 y 17 años practicar la actividad física, en su mayor parte aeróbica, durante, al menos, 60 minutos diarios. Para los adultos, recomienda que dediquen, como mínimo, 150 minutos semanales a la práctica de actividad física aeróbica, de intensidad moderada, o bien 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa cada semana, o bien una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas.

Estrategia NAOS para combatir la obesidad en España

Al hilo de lo comentado al inicio sobre la obesidad y con el objetivo de prevenirla, España constituyó en 2005 la estrategia NAOS (Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad), en dependencia del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Su principal foco de acción es prevenir el sobrepeso y la obesidad, ofreciendo soluciones para una alimentación variada y equilibrada al tiempo que se promueve la actividad física y deportiva.

La Estrategia NAOS contempla la creación de un Observatorio de la Obesidad que cuantifica y analiza periódicamente la prevalencia de la obesidad en la población española y mide los progresos obtenidos en la prevención de ésta enfermedad. Se ha constituido como un sistema de información para conocer la situación nutricional y la evolución de la obesidad de la población española y como plataforma de encuentro entre todos los agentes implicados en las que convergen los objetivos de la Estrategia NAOS.