Cómo cocinar quinoa
La quinoa es un superalimento con unas propiedades nutricionales excepcionales. Tiene aminoácidos esenciales, además de proteínas, vitaminas y fibra, por lo que sus beneficios son incuestionables. Aunque es un alimento relativamente nuevo para nosotros, su consumo se ha popularizado en los últimos años. Te contamos cómo cocinarla para sacarle el máximo partido.
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La quinoa proviene de la planta Chenopodium, originaria de Perú, donde se cultivaba hace ya 5000 años. Los Incas la consideraban un alimento sagrado debido sus múltiples beneficios. Aunque mucha gente cree que es un cereal, la quinoa son semillas. Se cultiva, principalmente, en la cordillera de los Andes. Bolivia, Perú y Ecuador son los principales productores, aunque su cultivo se ha extendido en los últimos años a muchos otros países. Existen muchas variedades de quinoa, pero las principales son la blanca, la roja y la negra. En Europa la quinoa blanca es la más extendida, con un sabor más neutro. Esta variedad es la que podemos encontrar más fácilmente en nuestro supermercado.
Las propiedades nutricionales de este superalimento son enormes. Es rica en minerales como el potasio, el hierro o el magnesio; tiene muchas vitaminas de tipo B y posee un excepcional equilibrio de proteínas, grasas y carbohidratos. El promedio de proteínas en el grano es de 16%, pero puede contener hasta 23%, lo cual es más del doble que cualquier cereal. ¡La quinoa tiene tantos beneficios que la NASA considera su cultivo como un posible candidato para viajes espaciales de larga duración! La quinoa cuenta, además, con los aminoácidos esenciales para el ser humano, lo que la convierte en un alimento muy completo y de fácil digestión. Por si fuera poco, es una semilla sin gluten, así que es perfecta para todas aquellas personas con intolerancia a los alimentos con gluten.
¡La quinoa tiene tantos beneficios que la NASA considera su cultivo como un posible candidato para viajes espaciales de larga duración!
¿Cómo cocinar quinoa?
A la hora de cocinarla, tiene un sabor y olor parecido a la nuez o la almendra y una textura ligera y esponjosa. Puede remplazarse en las comidas por el arroz o el couscous. En ocasiones, se puede apreciar un sabor amargo. Esto se debe a que la quinoa está cubierta de saponinas, un compuesto que actúa como defensa natural frente a los pájaros y que en dosis muy altas podrías ser tóxica, aunque en la proporción que la contienen estas semillas es inofensivo. Para eliminar este sabor amargo, lo único que hay que hacer es colocar la quinoa en un colador bajo el agua y lavarla durante 2 o 3 minutos moviéndola constantemente con la mano para que toda se limpie bien. Una vez lavada, se deja escurrir en el fregadero para quitar el exceso de agua.
La quinoa se cocina como el arroz. Se pone agua a hervir y se añaden las semillas. La quinoa debe hervir a fuego medio durante unos quince minutos o hasta que el grano se convierte en transparente. Mejor que la dejemos al dente, como la pasta. El tiempo exacto de cocción se alcanza cuando cada grano de quinoa ha doblado su volumen y libera su germen blanco. La cantidad de quinoa por persona suele ser de unos 80 gramos. Una taza de quinoa seca aumenta de volumen hasta 3 tazas al estar ya cocinada.
Este alimento puede utilizarse tanto en preparaciones frías como calientes, desde ensaladas, salteadas con verduras, en albóndigas o hamburguesas o incluso para hacer masa de pizza o para rebozar.