Cómo superar las adversidades
Encontrarnos con momentos difíciles a lo largo de nuestra vida es lo habitual. Te damos unos consejos para sobrellevarlos y, así, superar las adversidades.
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“El problema no es que haya problemas. El problema es esperar lo contrario y pensar que tener problemas es un problema”. (Theodore Rubin).
Parece que cada desafío que experimentamos se convierte en un gran dolor de cabeza. Después de un mal momento, nos encontramos en una encrucijada: verlo como una oportunidad o permitir que el pasado controle lo que va a pasar. No importa qué estés experimentando, lo importante es saber que hay un propósito detrás de cada uno de nosotros.
CÓMO ENFRENTAR UNA SITUACIÓN DIFÍCIL
- Consciencia y aceptación. Sé consciente de la adversidad como algo inevitable en la vida. Evitarlo, resistirse, solo hará que persista y se prolongue el sufrimiento.
- Rodearse de gente positiva. Las compañías y amistades en situaciones difíciles nos afectan, directa o indirectamente, en el estado de ánimo. Es importante rodearse de personas que nos apoyen, animen y protejan, de personas que acepten nuestros defectos, errores e imperfecciones. Cuando tenemos una red de apoyo, nos sentimos más fuertes y capaces de afrontar situaciones adversas.
- Escribir. Es bueno que puedas escribir tus pensamientos en un diario, ya que el proceso de anotar las emociones y pensamientos permite reflexionar. Sus beneficios son:
- Facilita la autoexpresión.
- Ordena la acumulación de ideas en torno a las preocupaciones.
- Ayuda a dar retroalimentación y perspectiva sobre tu vida.
- Permite comprender mejor la situación actual para normalizar.
- Cuando somos objetivos, somos más comprensivos con nosotros mismos.
- De esa forma tomarás decisiones, buenas y malas, pero ¡avanzarás!
- Descubrir la naturaleza. La naturaleza es muy terapéutica. Estar conectado a la belleza de la naturaleza reduce considerablemente el nivel de estrés. El sol y el aire aportan sensación de tranquilidad. Aprende a desconectar, paseando entre 30 y 40 minutos cada día.
- Invertir en ti. Desde hacer deporte hasta salir con amigos, ir a la peluquería, a un spa o realizar cualquier actividad que no implique enrolarnos más en la adversidad, para tomar aire y volver con todo el armamento a la lucha diaria.
- Tratarte con cariño y compasión. ¿Te has dado cuenta de lo que te dices a ti mismo cuando estás enfadado? Anótalo en tu diario y verás cómo, pasados unos días, caerás en la cuenta de que te has pasado un poco. Rehaz interiormente esos autoreproches, volviendo a ser más afectivo, cariñoso y compasivo contigo mismo.
ES MOMENTO DE AVANZAR
A veces permitimos que los desafíos nos derroten. Hemos de enfocarnos en convertirnos en personas fuertes, aprendiendo de los desafíos. Antes de derrumbarte, recuerda:
- La adversidad es parte de la vida. Aceptarla ayuda a superarla.
- Superar la adversidad es uno de nuestros principales desafíos en la vida. Cuando nos decidimos a enfrentarla y superarla, nos volvemos expertos en lidiar con ella y, en consecuencia, triunfamos sobre nuestras luchas del día a día.
- Las situaciones y momentos difíciles nos ayudan a apreciar más las cosas cuando todo va bien.
- Adopta una actitud de aprendizaje frente a las situaciones adversas, no de derrotismo.
- Estate preparado para aceptar lo peor, en caso de que ocurra. Cuando nos preparamos para lo peor ‒que rara vez sucede‒, parece menos grave porque estamos mejor equipados para manejarlo.
Como decía el compositor y pianista Duke Ellington, «un problema es una oportunidad para hacer las cosas mejor». ¿Vas a perder esta oportunidad?