Córdoba en Semana Santa: tradiciones y gastronomía
Vive la magia de Córdoba en Semana Santa. Explora sus tradicionales procesiones y sus costumbres religiosas y disfruta de la mejor gastronomía local.

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Córdoba es una de las ciudades con mayor riqueza cultural y monumental de España. Prueba de ello son los cuatro bienes considerados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco que se encuentran en esta población andaluza: la mezquita-catedral, el centro histórico que la rodea, la Fiesta de los Patios y el conjunto de Medina Azahara.
Además, Córdoba en Semana Santa se transforma en un destino fascinante que merece ser visitado y explorado. Desde las importantes procesiones de Córdoba hasta la suculenta gastronomía cordobesa, descubramos todo lo que esta ciudad nos ofrece.
Procesiones de Córdoba: ¡no te las puedes perder!
La Semana Santa de Córdoba está considerada como una Fiesta de Interés Turístico Nacional. Sus orígenes se remontan a la época medieval y todavía hoy se conservan algunas de las cofradías penitenciales que nacieron en el siglo XVI con el objetivo de venerar escenas y monumentos de la pasión y muerte de Cristo.
Las procesiones de Córdoba son el evento más representativo de su Semana Santa, que este año se celebra del 13 al 20 de abril. En la actualidad, hay 38 hermandades que procesionan en la Semana Santa de Córdoba. Desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección, las hermandades recorren las calles de Córdoba en unos momentos cargados de simbolismo en los que se conmemoran momentos clave de la pasión de Cristo, como la última cena y su agonía antes de la muerte. La mezquita-catedral es uno de los puntos clave del recorrido procesional y un escenario único por su valor histórico y simbólico, que destaca especialmente durante estas fechas señaladas.

Tradición: visitar los patios de Córdoba
Los patios de Córdoba son uno de los principales atractivos de la ciudad, tanto en Semana Santa como durante el resto del año. Estos espacios, además de aportar luz y ventilación a las viviendas, presentan una arquitectura muy singular, con paredes blancas adornadas con coloridas flores que crean un auténtico oasis de calma en la ciudad. Aunque pueden visitarse durante todo el año (de hecho, la Fiesta de los Patios se celebra en la primera quincena de mayo), en Semana Santa algunos patios privados y de instituciones gubernamentales abren sus puertas de manera gratuita. Uno de los más emblemáticos es el Palacio de Viana, ubicado en la plaza de Don Gome y que cuenta con doce espectaculares patios y un hermoso jardín.
¿Qué ver en Córdoba?
En Córdoba ¿qué se puede ver, además de procesiones y patios? Hay muchas opciones, pero la principal es la mezquita-catedral, la atracción turística más conocida de la ciudad. Un lugar único no solo por su arquitectura, sino también por las transformaciones que ha experimentado a lo largo de los siglos. Se construyó como mezquita en el siglo VIII y, tras varias ampliaciones, llegó a considerarse la segunda más grande del mundo después de la de La Meca. En el siglo XIII, durante la conquista cristiana, el espacio se consagró como catedral y, más adelante, en el siglo XIV, se construyó la conocida basílica renacentista dentro de la estructura preexistente que había quedado de la mezquita. Hoy en día se considera una de las mayores joyas arquitectónicas de Andalucía y de España.
El casco histórico es otra visita imprescindible, junto con el puente romano, la sinagoga, la capilla de San Bartolomé y el conjunto arqueológico de Medina Azahara. A pie se pueden conocer más de cerca barrios como la Judería y la Magdalena, así como la plaza de la Corredera y el templo romano. Córdoba también alberga importantes museos, como el Museo de Bellas Artes, el Museo Taurino, el Centro de Creación Contemporánea de Andalucía y el Museo Julio Romero de Torres.

Gastronomía cordobesa en Semana Santa
La gastronomía cordobesa incluye recetas tan deliciosas como el salmorejo, el rabo de toro o el flamenquín, uno de los platos más típicos de Córdoba y que consiste en un filete de lomo de cerdo enrollado con jamón serrano y rebozado en pan rallado. Durante la Semana Santa, también destacan platos tradicionales como el potaje de vigilia (con garbanzos, espinacas y bacalao), el bacalao en distintas elaboraciones (frito, en ensalada o a la plancha), las habas con jamón y postres típicos como las torrijas y los pestiños (elaborados con harina, miel y ajonjolí).