Hipervitaminosis: qué es y qué riesgos tiene

Descubre qué es la hipervitaminosis, cómo puede ocurrir y los riesgos para la salud asociados con el exceso de vitaminas en el cuerpo. ¡No te lo pierdas!

Salud y BELLEZA

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Los suplementos vitamínicos son beneficiosos en situaciones específicas, ya que las vitaminas son esenciales para el correcto funcionamiento del organismo, pero su uso erróneo puede desencadenar riesgos para la salud a medio y largo plazo. Por ello, es importante tomarlos de manera equilibrada y consciente, con la ayuda de un profesional de la salud.

Desde hace unos años, los suplementos vitamínicos han entrado en nuestra rutina diaria. Los motivos que empujan a su consumo pueden ser variados: sentirse con más energía, reforzar el sistema inmunológico, los huesos, los músculos, la piel o reestablecer niveles de vitaminas y minerales. Pero es un hábito que, en según qué casos, no resulta tan inocuo como se cree.

¿Qué es la hipervitaminosis?

La hipervitaminosis es la presencia de niveles excesivamente altos de vitaminas en el cuerpo. El principal riesgo se debe a la toxicidad de las vitaminas liposolubles, las cuales, al almacenarse en el organismo, pueden alcanzar niveles tóxicos si se consumen en cantidades elevadas durante períodos prolongados. Los suplementos vitamínicos, cuando se toman sin supervisión médica o cuando no son necesarios, son una causa común de hipervitaminosis. Además, también ha comenzado a darse en niños, en especial, por padres agobiados por que sus hijos son “malos comedores”.



Síntomas de la hipervitaminosis

En los alimentos existen dos grupos de vitaminas: las hidrosolubles (que componen las vitaminas del grupo B y C), que no se acumulan en el organismo y se expulsan en la orina, y las vitaminas liposolubles (A, D, E y K), que se almacenan en los tejidos grasos y el hígado.

Entre los principales síntomas, destacan:

  • Vitamina A. Una acumulación excesiva puede ocasionar vómitos, fatiga, visión borrosa, una pérdida de cabello o irritabilidad. A largo plazo, puede provocar hipercalcemia, daño hepático y descalcificación ósea.
  • Vitamina D. Entre los principales síntomas destacan la pérdida de apetito, estreñimiento, fatiga, vómitos, micción frecuente e, incluso tendencia a sufrir episodios de deshidratación. En casos graves, puede causar depósitos de calcio en los tejidos blandos y daño renal permanente.
  • Vitamina E. Un consumo excesivo está ligado con el dolor abdominal, la diarrea o los gases. Además de dolor de cabeza, visión borrosa y debilidad muscular.
  • Vitamina K. La principal sintomatología del exceso de esta vitamina es la anemia y el daño hepático.