Platos preparados navideños que te ahorran tiempo
Ahorra tiempo en los preparativos de tu mesa de Navidad con estas ideas de platos preparados y... ¡disfruta de los tuyos!
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Elegir comida preparada para Navidad permite a muchas familias disfrutar del placer de saborear la tradición sin el estrés de la preparación y la cocina que supone para muchas personas. Además, también es una excelente opción para aquellos que no tienen muchas habilidades culinarias o bien tienen limitaciones de tiempo.
La verdadera esencia de la Navidad radica en la compañía de nuestros seres queridos y en compartir momentos significativos juntos. ¿Por qué no aprovechar más el tiempo con ellos y reducir los preparativos si no nos gustan o no disponemos del tiempo necesario?
Ventajas de los platos preparados
- Rapidez: puedes disfrutar de todo un homenaje sin pasar horas y horas en la cocina. Estos productos, en muchos casos, solamente necesitan unos minutos de horno para calentarlos, un paso rápido por la freidora o, simplemente, basta con repartirlos en platos o colocarlos sobre una rebanada de pan para servirlos y disfrutarlos. Puedes preparar un buen menú navideño en poco más de 30 minutos.
- Calidad: estos platos preparados, elaborados con ingredientes frescos y locales, ofrecen una experiencia gastronómica memorable y auténtica. El sabor del hogar con recetas clásicas que han sido transmitidas de generación en generación.
- Variedad: cada día surgen nuevas formas de alimentarnos y, en los últimos años, los platos preparados o de muy fácil preparación se han extendido mucho. Los alimentos que solo necesitan una fuente de calor para estar listos se conocen como cuarta gama, y los que están listos para consumir, quinta gama. Podemos encontrar todo tipo de opciones, como entrantes, postres, cremas, sopas, carnes, pescados y guarniciones, para configurar un menú navideño completo, sabroso y variado y, además, sin complicaciones.
Ideas de platos precocinados de Navidad
- Entrantes con chispa: foie, pastel de pescado, langostinos cocidos, anchoas, latas, huevas, sardinas ahumadas… Existe un buen número de entrantes sabrosos ideales para abrir un menú navideño que se distribuyen ya listos para comer o que solo necesitan un buen pan, una gotita de aceite y un poco de tomate para disfrutarlos.
- Principales, de clásicos a sorprendentes: cochinillo, solomillo, lechazo, costillar, pierna de cordero, pavita rellena, confit de pato o, por ejemplo, unas croquetas caseras. Estas son algunas ideas clásicas para el plato principal. Productos que no requieren, en la mayor parte de los casos, más que unos minutos de horneado antes de servir. En muchos casos, se trata de recetas especiales con todo el sabor de la Navidad que se pueden encontrar en los supermercados solamente durante las semanas previas a las fiestas.
- Guarniciones deliciosas: elegir un buen acompañamiento para el plato principal y ofrecer distintas variedades según los comensales puede marcar la diferencia de un encuentro navideño. También, en este caso, tenemos muchas opciones preparadas o semipreparadas para ofrecer sabor y variedad sin complicarnos demasiado: puré de patata, cebolla caramelizada, compota de manzana, cuscús con pasas, encurtidos… son solo algunos ejemplos de guarnición. Pero también podemos optar por las clásicas patatas al horno y añadirles nuestro toque con unas especias.
- El poder de las salsas: como sucede con las guarniciones, la salsa es uno de los secretos que mejor guardan los chefs. Pesto, curry, romesco, mostaza extra, crema de queso, salsa de setas, chutney de mango, mayonesa japonesa… y todas las ediciones gourmet que podamos imaginar nos ofrecen múltiples combinaciones para aderezar nuestros platos y convertirlos en irresistibles para rebañarlos con pan.
- Barra libre de postres: desde el tradicional tronco de Navidad hasta los pasteles y galletas decoradas con motivos festivos, los dulces preparados son el final perfecto del menú en este ambiente de felicidad y alegría. Los deliciosos panettones, que ya se han vuelto clásicos de estas fechas, pueden ser también una buena opción para cerrar los menús navideños. Ya sea en sus versiones más especiales o bien customizados; por ejemplo, pasados por la plancha y acompañados de una bola de helado, o bien customizados en casa con chocolate, caramelo o fruta, fresca o asada.