Propiedades del Ajo Negro

Dicen que evoca el umami, ese quinto sabor del mundo asiático. El origen del ajo negro se sitúa en Corea, aunque rápidamente se extendió por Tailandia y Japón, para más tarde saltar a otros continentes. En Estados Unidos le confirieron su condición de superalimento. Los americanos no tardaron en destacar sus propiedades antioxidantes, estimulantes y beneficiosas para el tránsito intestinal, entre otras bondades. Es así como finalmente llegó a Europa, donde se ha convertido en un alimento común dentro de muchos hogares. El tuyo puede ser el próximo, puesto que tiene múltiples beneficios, se integra bien en la dieta y es fácil de encontrar.

Cómo hacer ajo negro

Si ya estás imaginando a los recolectores de ajo negro, nada más lejos de la realidad. Se trata de una variante del ajo común, obtenida mediante un proceso de fermentación muy lento. El bulbo se somete durante semanas a calor constante en condiciones de humedad (reacción de Maillard). El resultado es un ajo oscuro, con un tamaño ligeramente reducido, de textura gomosa y blanda. Al dejarlo oxidar, su sabor también se modifica sustancialmente, de modo que se torna ligeramente dulce y ácido. Y lo mejor de todo: es menos oloroso y no repite.

Beneficios del ajo negro para la salud

Algunos nutricionistas recomiendan consumir de uno a tres dientes de ajo negro de manera diaria. Esto se debe a los múltiples beneficios para la salud que se le atribuyen, por ejemplo:

• El ajo negro contiene el doble de antioxidantes que el ajo crudo, de modo que se convierte en un aliado para ralentizar el proceso de envejecimiento.

• El ajo  negro es un alimento rico en proteínas, que contribuyen a conservar la masa muscular.

• El ajo negro es rico en vitaminas y minerales como el potasio y el fósforo.

• El ajo negro es rico en fibra, que favorece el tránsito intestinal.

El ajo negro en tu vida: comprarlo, cocinarlo

Podemos encontrarlo en el supermercado en un cómodo formato envasado. Comprar ajo negro

En cuanto a la cocina, las opciones son infinitas. El ajo negro puede consumirse en crudo, pero también se puede emplear en las mismas recetas que el ajo blanco. Desde los salteados de verduras a los arroces, pasando por las pastas y las salsas, e incluso recubriendo la superficie de una tosta o pizza. Un poco de imaginación hace posible disfrutar del sabor y los beneficios de este alimento, que ha llegado para quedarse.