Ropa vieja: la receta que no echa nada a perder

La ropa vieja es una receta ideal para aprovechar los restos de platos como cocidos, guisos y sopas. Prepara la tuya y dale tu toque personal. ¡Vamos allá!

Hoy comemos

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La cocina de aprovechamiento está al alza, y normal que sea así: cada vez nos volvemos más cuidadosos con lo que consumimos y no queremos echar nada (absolutamente nada) a perder. La receta de ropa vieja, en este sentido, nos viene que ni pintada para poner esto en práctica. ¿Cómo? Te contamos más a continuación.


La ropa vieja es una comida que consiste fundamentalmente en utilizar los restos del cocido o cualquier otro tipo de guiso o variedad de puchero para darles, así, una segunda vida. Es algo muy parecido a lo que hacemos cuando optamos por las croquetas para aprovechar, por ejemplo, lo sobrante de un cocido. En este caso, para hacer ropa vieja necesitamos la carne del cocido (desmenuzada), así como las verduras y los garbanzos. La ropa vieja es una receta de consumo habitual en Madrid, Castilla-La Mancha y Canarias, territorios donde se prepara de forma frecuente, aunque también es posible hacerla en cualquier punto de nuestra geografía. 


Ingredientes de la ropa vieja

Los ingredientes de la ropa vieja son los siguientes:

  • 1 cebolla
  • las sobras del cocido (garbanzos, carnes, verdura)
  • 1 cucharada sopera de pimentón dulce
  • 3 cucharadas de aceite oliva virgen extra
  • 2 dientes de ajo

Preparación de la ropa vieja


La ropa vieja de cocido necesita las sobras de este: de ahí partiremos. Por tanto, lo primero que haremos será picar los restos de carne y verdura (patata, zanahoria, repollo…) con el fin de que no haya trozos más grandes que los propios garbanzos. 


Después, cortaremos una cebolla muy picada y la pondremos en una sartén. Dejaremos el tiempo suficiente para que se dore muy bien y la reservaremos. A continuación, picaremos los dientes de ajo (también muy finitos) y los añadiremos con dos cucharadas de aceite a la sartén. Dejaremos también que se doren a fuego muy bajo, y cuando estén dorados, quitaremos la sartén del fuego y echaremos una cucharada de pimentón, dándole vueltas para que se mezcle bien con el aceite. 


Llegará entonces el turno de los protagonistas de la ropa vieja: la carne del cocido muy picada, la verdura y los garbanzos. Los mezclaremos bien junto con lo que tenemos en la sartén y dejaremos que el conjunto se cocine durante unos 10 minutos removiendo bien para que el sofrito (el ajo, la cebolla y el pimentón) impregne bien todos los alimentos. 


El toque final dependerá de cada uno. Y es que la ropa vieja es una receta fácil que puede quedar más seca o más melosa (para lo que tendremos que añadir caldo de cocido): al gusto de cada chef. Está pensada, eso sí, para comerse como plato único porque sacia mucho, aunque hay gente que no puede resistirse a acompañar el plato con una sencilla ensalada. ¡A disfrutar de la ropa vieja!