Tipos de champú

Cabello graso, seco, liso, rizado, encrespado... ¡Hay tantos tipos de cabellos como champús! Descubre con nosotros los diferentes tipos de champús que existen.

A examen

Comparte

Tipos de champú: descubre cual es el mejor para ti

Actualmente existen tantos tipos de cabellos como personas hay en el mundo. Todos ellos, con diferentes problemas o necesidades, pero también con distintas soluciones. Y es que, hoy en día, todo está inventado y da igual si tu pelo es teñido, rizado, liso, fino, graso, seco, encrespado… ¡Existe el champú con la formulación perfecta para ti!

Ya no hay excusas para cuidar tu salud capilar y lucir una melena perfecta todo el año. ¿Quieres descubrir qué tipos de champú existen y cuál es el más adecuado a tus necesidades? Toma nota, porque a continuación te lo contamos.


Tipos de champú según la forma de tu pelo

La forma del cabello determina qué productos utilizar. Y es que, aunque a simple vista podemos encontrar la principal diferencia entre el cabello liso y el cabello rizado, existen más disimilitudes entre ellos. El cabello liso tiende a ser menos poblado, más fino y, entre otras cosas, suele romperse y engrasarse con mayor facilidad. En el cabello rizado sucede todo lo contrario: suele ser más seco y necesita de más mimo para que los rizos queden sueltos, hidratados y bonitos.

Aunque se pueden dar diferentes circunstancias en un mismo tipo de cabello, hoy en día existen champús que dan respuesta a las características comunes que comprenden ambos grupos.

  • Champú para cabellos lisos: este tipo de cabello, por lo general, suele ser más fino y busca un champú que le aporte volumen y textura pero que no lo apelmace.
  • Champú para cabellos rizados: este tipo de cabello absorbe mucho más la humedad y es muy poroso, por lo que busca un champú muy hidratante, normalmente compuesto por diferentes tipos de aceites, para que los rizos queden hidratados, sueltos y definidos.


Tipos de champú para necesidades especiales

Todos los cabellos se enfrentan a distintos tipos de necesidades, pero muchos de ellos tienen particularidades especiales que deben de tratarse de forma adecuada, empezando por el lavado.

  • Cabellos grasos: el pelo graso es aquel que produce sebo en exceso y tiende a verse brillante poco después del lavado, sobre todo en la zona de las raíces. Este tipo de cabello necesita un champú para cabello graso que contenga ingredientes capaces de restaurar el cuero cabelludo equilibrando la producción de sebo, pero conservando su aspecto brillante.
  • Cabellos secos o deshidratados: aunque habitualmente los cabellos rizados suelen ser los más secos, también hay cabellos lisos que necesitan un extra de hidratación. El pelo seco suele tener las puntas abiertas, tiene un tacto áspero y sufre de encrespamiento. Este tipo de cabello busca un champú hidratante, compuesto por ingredientes que suavicen su textura y le den un aspecto brillante y sedoso.
  • Cabellos teñidos: el cabello teñido pierde color y brillo con cada lavado, por lo que los productos protectores del color son muy importantes porque evitan que la cutícula capilar se abra tanto y pierda tanto color. Este tipo de cabello busca un champú protector del color, sin sulfatos o siliconas, ya que estos arrastran los pigmentos del cabello y, además, pueden llegar a resecarlo en exceso. Cabe destacar que los cabellos teñidos de rubio son los que más sufren la oxidación de cabello y más se resecan. A parte, el color rubio es muy difícil de mantener, ya que con cada lavado su color se oxida y puede llegar a volverse naranja, amarillo o, incluso, verde cuando entra en contacto con diversas sustancias como, por ejemplo, el cloro. Es por esto que los cabellos rubios platino o blancos necesitan un champú silver o violeta que matice su color de forma gradual.
  • Cabellos con caspa: la caspa es la descamación de la dermis del cuero cabelludo y aparece por la proliferación anormal de un microorganismo que está presente de forma natural en nuestra piel. Este hongo se desprende (caspa seca) o se pega (caspa grasa) en el cuero cabelludo formando unas escamas blancas muy poco estéticas. Para tratar esta afección, lo principal es optar por un champú purificante con ingredientes, como por ejemplo la menta, que ayuden a eliminar la aparición de este hongo.  
  • Para la caída del cabello: diariamente todas las personas perdemos entre 50 y 100 cabellos, pero a veces la caída del cabello es mayor debido a factores externos como, por ejemplo, la mala salud, el estrés, los cambios de estación, desequilibrios hormonales, etc. En este caso es conveniente utilizar un tipo de champú anticaída que limpie con profundidad el cabello y ayude a fortalecer el folículo piloso.


Nuevos formatos de champú

Como en la moda, todo vuelve pero mejorado, y es que muchos de los formatos de champú que antes gastaban nuestras madres o abuelas han llegado para quedarse.

  • Champú seco: ¿alguna vez te ha sucedido que te has lavado el pelo la noche anterior y te has levantado con las raíces grasas? Si te ocurre, este tipo de champú será tu gran aliado. Con el champú seco no necesitas agua para darle a tu melena un aspecto fresco, limpio y con volumen. Y es que este champú en spray se aplica en las raíces del cabello y absorbe el exceso de grasa o sebo que estas han producido: pasados unos minutos de su aplicación, se frotan las raíces para eliminar los restos y… ¡voilá! Este champú sustituye los polvos de talco o la harina de arroz que se utilizaban antiguamente para ejercer la misma función.
  • Champú en pastilla: este tipo de champú, que emula los jabones antiguos, ha surgido durante los últimos años como una opción más respetuosa con el medioambiente, ya que el champú sólido no necesita envase de plástico para conservarse ni para transportarse. Una opción perfecta no solo para los más comprometidos con el medioambiente, sino también para los más viajeros, que pueden disfrutar de su champú preferido desde cualquier parte del mundo.