¿Cuál es el valor nutricional del pollo?

¿Conoces los beneficios y las propiedades del pollo? Rico en proteínas, es la carne de ave más consumida en España. Descubre los tipos de pollo que hay y algunas recetas.

Los frescos

¿Por qué resulta tan interesante conocer los valores nutricionales del pollo? Porque es un alimento que producimos y consumimos en gran cantidad en nuestro país. Y es que, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Catalunya es la comunidad autónoma que encabeza la mayor producción de carne de ave en España, seguida por la Comunitat Valenciana y Andalucía. Por otro lado, si nos referimos al consumo de pollo, es el tipo de carne más consumida en nuestro país. Con un consumo medio de 12 kilos al año por persona, esta carne fresca es una de las más saludables que se puede encontrar en el mercado.

Valor nutricional del pollo

Uno de los motivos por los cuales la carne de pollo es una de las más consumidas en nuestro país es porque contiene proteínas de alto valor biológico. ¿Te interesa saber más acerca de los valores nutricionales del pollo? Toma nota de los más relevantes.

Por cada 100 gramos de pollo, encontramos los siguientes valores nutricionales:

Energía: 167 kcal
Proteínas: 20 g
Grasa: 9,7 g
Calcio: 13 mg
Hierro: 0,73 mg
Magnesio: 19 mg
Sodio: 83 mg
Potasio: 262 mg
Fósforo: 165 mg

Propiedades y beneficios del pollo

La carne de pollo es una de las más recomendadas por los nutricionistas, ya que no solo destaca por su gran versatilidad en la cocina; también, por sus altos valores nutricionales, que suponen multitud de beneficios para nuestro cuerpo.
La carne de pollo se puede considerar una carne magra, sobre todo cuando se consume sin piel.
La grasa de este animal reside en su piel y es mayoritariamente monoinsaturada; en su mayoría, ácido oleico.
Es fuente de minerales como el fósforo, que contribuye a mantener los huesos en condiciones normales.
Es rico en vitaminas del grupo B: las principales vitaminas presentes en la carne de pollo son aquellas del grupo B, sobre todo la vitamina B6. Este tipo de vitaminas se encarga de aportar energía al cuerpo.

Tipos de pollo

Entendemos como pollo la gallina o el gallo joven cuando llega a un peso que ronda entre 1,5 kg y 3 kg. Hoy en día podemos encontrar diversos tipos de pollo, pero en función de cómo esté alimentado y la forma de criarlo, existen de dos clases:

Pollo convencional: son aquellos pollos que se crían en granjas especializadas. Su alimentación es a base de pienso. En comparación con el pollo de corral, su coste en el mercado es más bajo, por lo que se trata de una de las carnes más consumidas y económicas.
Pollo de corral: son aquellos pollos que se crían en semilibertad y sin recibir medicamentos. A diferencia del pollo convencional, estos animales se alimentan a base de maíz y otros ingredientes más naturales, por lo que su carne es más firme, tiene menos grasa y presenta un color más amarillento.

A diferencia de los pollos convencionales, en la familia de las aves de corral podemos encontrar diversos tipos de pollo, entre los que están los siguientes, que habitualmente se usan en épocas navideñas para rellenarlos o asarlos:

El pollo picantón: se trata de un pollo muy pequeño, con un peso inferior a 500 g.
El pollo tomatero: se trata de un pollo pequeño, cuyo peso oscila entre los 500 g y los 900 g, siempre inferior a 1 kg.
El capón: es el pollo que se castra cuando es pequeño y se ceba para comerlo. Se trata de un pollo muy grande, con mucha carne y mucho sabor.
La pularda: es el equivalente hembra del capón, aunque no tan grande. Posee un gran sabor y un contenido graso.

Propiedades de la pechuga de pollo

La pechuga sin piel es la porción con menos grasa y colesterol, solo 92 kcal/100 g. Esto la convierte en la parte que más se suele consumir debido a su uso en dietas principalmente hipocalóricas.

Consejos de compra, conservación y cocción del pollo

La carne de pollo debe comprarse en último lugar (al igual que el pescado y los congelados) y es recomendable llevarla en bolsas térmicas.
Para elegir un pollo, la piel debe ser lisa y tersa, sin manchas.
La carne de pollo debe consumirse enseguida, pero, si no es así, lo mejor es congelarla. El hígado y la molleja se venden por separado.
Para freírla, la sartén debe estar muy caliente y la sal siempre la añadiremos al final, cuando la vayamos a servir, ya que absorbe los jugos de la carne.

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