Bayetas: tipos y mantenimiento

Los paños son imprescindibles para lograr una limpieza eficaz, pero no todos tienen la misma acción sobre las superficies. Conocer sus especificaciones, su uso recomendado y cuál es la mejor forma de cuidarlos nos ayuda a ser más competentes en la limpieza y, además, a ahorrar.

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Las bayetas son prácticamente imprescindibles para la realización de tareas de limpieza, porque permiten limpiar superficies que no deben tener contacto con demasiada agua pero hay que desinfectar en húmedo. Absorben líquidos sin que necesariamente goteen y son perfectas para retirar cualquier tipo de suciedad. Aunque en los últimos años se ha extendido el uso de papel en formato rollo o servilleta también para la limpieza, no hay que perder de vista la efectividad y sobre todo la capacidad de reutilización de las bayetas.


Tipos de bayetas

Según su material:

  • De rejilla: más utilizadas en el sector de la hostelería. Tienen una gran capacidad de absorción y a la vez son sencillas de escurrir.
  • Sintéticas multiusos: son las de mayor absorción. Generalmente vienen en packs de varios colores para diferenciar superficies o estancias de la casa. Se utilizan habitualmente en la cocina por la facilidad con la que retiran la grasa. Necesitan un aclarado frecuente.
  • De algodón: son las clásicas destinadas a la limpieza del polvo. Se suelen encontrar en blanco o azul. Destacan por su delicadeza.
  • De microfibra: gran capacidad para atrapar la suciedad, eficiencia y durabilidad (hasta 400 lavados). No dejan rastros ni pelusas y no requieren de producto  para arrastrar correctamente la suciedad. Hay diferentes clases, en función de la superficie. Su principal ‘pero’ es que no son muy prácticas contra la grasa ya que la retienen con facilidad y esto dificulta su posterior aclarado.


Según el formato:

  • Fregona: tiras sobre soporte específico de recambio de fregona. Todos los tipos anteriores se presentan en este formato (microfibra, sintética, algodón...). Se recomienda: microfibra para suelos laminados de madera porque absorbe menos agua y algodón o sintético, para suelos de baldosas.  
  • Cortada: es la presentación más habitual, en ‘porciones’ individuales fácilmente manejables.
  • Rollo: permite elegir la cantidad que necesitamos y ajustar el tamaño de la bayeta a la superficie que queremos limpiar.



Mantenimiento 

Los tejidos de los paños y bayetas son muy resistentes pero al tener un uso intensivo requieren de unas medidas mínimas de higiene. Además de dedicar cada paño a una única función, es decir no emplear la misma bayeta para por ejemplo la encimera y el baño, se recomienda mantener una limpieza frecuente. Lo aconsejable es lavarlas al menos una vez a la semana para que estén lo más limpias posible, evitar malos olores y duren más tiempo.

Métodos para desinfectarlas:

  • Lavar en la lavadora de forma separada. Se puede añadir un chorro de vinagre para mejorar el resultado.  
  • Poner en remojo con lejía y suavizante. Si tienen mucha grasa, unas gotas de limón pueden ayudar a desincrustarla.
  • Sumergir en agua hirviendo con detergente durante al menos 5 minutos.
  • Introducir en el lavavajillas. La temperatura del agua también las desinfectará.