Carajillo quemado o “cremaet”: receta original

El carajillo quemado o café cremaet ha ganado popularidad en los últimos años, y resulta fácil saber por qué. Es el postre perfecto para rematar un merecido esmorzar (una de las señas de identidad de la gastronomía valenciana). Para muchos paladares, además, el carajillo de ron quemado, por su sabor, aroma y matices, se ha convertido en una mezcla única e indispensable en las paradas a media mañana. Un capricho del que no se quiere prescindir.

Pero, ¿qué hace que el café quemado sea un vicio tan extendido? Probablemente sus ingredientes: café, ron o brandi, azúcar, canela en rama y piel de cítricos (en algunas zonas también se suele añadir miel a la combinación). Respecto a sus orígenes, se cuenta que fue un castellonense quien trajo parte de la elaboración desde Cuba a la Comunidad Valenciana. A este pionero del cremaet, eso sí, no le gustaba en exceso el ron, y aquí viene la clave: se le ocurrió añadir café a la mezcla.

Así es como surgió el famoso cremaet, cuya receta, por cierto, se puede hacer en casa sin ningún problema. Eso sí, para preparar un cremaet sublime hay que respetar las tres capas que lo componen: la primera lleva la crema del café; la segunda, el café solo, y la última, el ron quemado. Veamos cómo hacerlo.

Ingredientes del carajillo quemado

Estos son los ingredientes del cremaet valenciano. Su receta y todo lo que necesitas saber para prepararlo, también a continuación:

• unos granos de café
• 40 ml de ron
• 50 ml de café
• 1 trozo de piel de limón
• 2 cucharadas de azúcar
• 1 trozo de canela en rama

Cómo hacer el carajillo quemado

Para preparar el carajillo quemado, la receta nos indica que primero tenemos que enjuagar y limpiar bien el limón, algo básico. Después, cortaremos un trozo de la piel del limón (solo la piel, no la parte blanca). En un vaso de café, añadiremos la piel de limón que acabamos de cortar, 2 cucharadas de azúcar, un trozo de canela en rama, unos granos de café y el ron. 

El siguiente paso será meter el vaso en el microondas y calentar la mezcla durante 30 segundos. Una vez caliente, tendremos que acercar la llama de un mechero con mucho cuidado para flamear el licor. A continuación, iremos moviendo la mezcla con una cuchara hasta que el azúcar se diluya y no haya llama. En cualquier caso, tendremos que seguir moviendo la mezcla para que no se queme. 

Tocará luego añadir el café. Lo haremos con mucho cuidado porque, como hemos visto antes, queremos que las capas queden diferenciadas. Por eso, no verteremos el café sobre el vaso directamente, sino que lo haremos poniendo una cuchara, para que el café caiga primero sobre ella y mantengamos así la composición de nuestro irresistible cremaet. 

De esta manera serviremos nuestro cremaet, que estará perfecto y listo para consumir. Solo quedará removerlo todo bien y, por supuesto, ¡disfrutarlo!