El melón: dulce, refrescante y muy completo

El melón es una de las frutas más consumidas durante el verano. Compuesto principalmente por agua, es uno de los alimentos estrella para los días calurosos.

Los frescos

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Aunque el origen del melón no se conoce con exactitud, la historia demuestra que es una de las primeras frutas que el hombre cultivó. De hecho, existen estudios que documentan el gran desarrollo que tuvo este fruto en la época egipcia, griega y romana. Los expertos sitúan su procedencia en Asia Central, aunque su producción acabó extendiéndose por todo el arco mediterráneo y América.

Hoy en día, su cultivo se realiza principalmente en China, Japón, Estados Unidos, Italia, Francia y España (Almería, Badajoz, Cádiz, Ciudad Real, Córdoba, Huelva, Murcia, Sevilla, Toledo y Valencia).


El melón se cultiva en países de clima cálido y tiene su origen en una planta de la familia de las cucurbitáceas, de la que también provienen la calabaza, el pepino y la sandía.

Se trata de un fruto con forma redonda u ovalada, con la piel dura y un poco rugosa. Su color varía entre el amarillo y el verde oscuro para el exterior y el amarillo intenso en el interior. La pulpa, de sabor suave y dulce, va acompañada de unas semillas o pepitas que se eliminan con facilidad.



Variedades más apreciadas y consumidas

Hoy en día existen más de cien variedades, clasificadas según su forma, color de la pulpa y la piel, período de maduración, etc. Aunque podemos encontrar melones en cualquier época del año, aquellos de calidad superior se cultivan entre los meses de julio y septiembre.


Entre las principales variedades encontramos:

- Cantalupo o “melón francés”: de forma redonda, este melón es muy apreciado por su sabor y aroma. Su corteza tiene un color verde claro y presenta una marca de red muy característica. Su pulpa tiene un color anaranjado y su textura es bastante dura.

- Galia: se trata de un melón redondo, de piel fina y pulpa blanda, con un color entre verdoso (exterior) y amarillento (interior). Su sabor es dulce y muy aromático.

- Honey dew: esta variedad tiene forma alargada y se presenta con una corteza lisa de color verde claro y una pulpa jugosa ligeramente amarillenta. Es un fruto de maduración tardía.

- Ogen o “melón de Canarias”: este melón es de los primeros de la temporada. Es pequeño y redondito, con una corteza fina de color amarillo y una pulpa verde clara, de sabor dulce y jugoso.

- Piel de sapo: también conocida como la variedad “piñonet”, es un melón ovalado, con una corteza de color verde oscuro, un poco rugosa y una pulpa blanca, tersa y muy dulce.

- Tendral: conocida como “melón de invierno”, esta variedad se produce principalmente en los meses más fríos del año (de noviembre a enero). Tiene forma ovalada, con una corteza gruesa y rugosa y una pulpa blanca con un contenido considerable de azúcar.


Beneficios nutricionales

El melón es un alimento muy completo que nos ayuda a refrescarnos en estos días de calor. Se trata de uno de los frutos más apreciados, sobre todo por su gran cantidad de agua (90-95% de su peso) y las pocas calorías que contiene.


Además, destaca por su aporte en hidratos de carbono (6%), su poca cantidad de grasas y un valor proteínico bastante bajo.Todo ello da como resultado una cantidad mínima de calorías.

Come melón siempre que puedas, 100 gramos te proporcionan más de la mitad de la dosis diaria recomendada de vitamina C.


Consejos de compra y conservación

- Para saber si un melón está maduro, debemos comprobar que sus extremos están un poquito blandos y que cuando lo cogemos nos dé la sensación de que no está hueco.

- Cuando vayamos a la compra, debemos elegir aquellos melones que estén prietos y no tengan marcas.

- Para conservarlo, mejor dejarlo en un lugar fresco y seco.

- Una vez cortado, hay que consumirlo rápidamente para que no pierda todo su sabor y propiedades. Conviene guardarlo en el frigorífico, pero siempre en la parte menos fría, porque es muy sensible a las bajas temperaturas. Se recomienda no bajar de 7-10 ºC.

 

Uso del melón en la cocina

Aunque el melón se consume principalmente en crudo después de las comidas, su versatilidad nos permite utilizarlo también como entrante o para acompañar ensaladas y algunos tipos de sopa. ¿Quién no ha probado alguna vez el melón con jamón?

Es un producto que combina a la perfección con otras frutas dulces, frutos secos, miel e, incluso, con algunos licores, como el jerez o el vino de Oporto.

Para postres, además de comerlo en crudo, se presenta en forma de helado, granizado y sorbete, refrescándonos en los días más calurosos.

El melón sorprende por su gran versatilidad en la cocina y resulta muy útil en la elaboración de refrescantes y exquisitos postres y platos de temporada.