Falta de atención en niños: cómo gestionarla

¿Quieres saber cómo gestionar la falta de atención en los niños? Es posible trabajar este aspecto y ayudarles para que no les suponga un problema.

Cuidado infantil

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La atención es una habilidad mental que nos permite el procesamiento de información e incluye estimulación externa e interna, pensamiento y memoria. Mantener una buena atención es fundamental en el proceso de aprendizaje.


¿Qué causa la falta de atención en niños?

Muchos niños tienen una capacidad de atención de corta duración, se distraen fácilmente y tienen problemas para seguir las instrucciones o para quedarse quietos. El elevado número de estímulos y de informaciones nuevas que reciben los niños en la era digital conduce a una importante dispersión y a una disminución de su concentración e, incluso, pueden llegar a desarrollar problemas de estrés. Por ello, aprender a mantener la atención y seleccionar un estímulo determinado de entre todos los que tiene a su alrededor se convierte en una tarea difícil para las familias y los docentes.


La intrusión de las nuevas tecnologías también influye en la capacidad de atención del menor, como en su día sucedió con la televisión. El móvil se utiliza muchas veces como estrategia para distraer al niño: conseguir que se termine la comida, que se tranquilice o que se vista. Con estas técnicas, el cerebro aprende que, cuando tiene que concentrarse o esforzarse, tiene permiso para distraerse.

Técnicas para gestionar la atención de los niños

  • La sorpresa y la curiosidad: todo lo nuevo capta la atención del niño por 15 minutos o más, pero si hay circunstancias como hambre, sueño, enfermedad o necesidad fisiológica, la distracción sobrevendrá mucho más rápidamente.
  • Lo no rutinario: el niño tiende a desconectar si prevé lo que va a ocurrir.
  • Compartir momentos del juego: jugar con él motiva al niño a entretenerse más allá de las pantallas. Los juegos de memoria, de ordenar, de seguir secuencias o de cumplir tareas en un tiempo determinado le estimulan la atención.
  • La cooperación: los cerebros están mucho más activos cuando trabajan unos con otros, interconectados.
  • El humor: con él, el cerebro se relaja, se genera un clima socioemocional positivo y se renueva la atención.


Consejos para evitar distracciones

  • Mantener la habitación de estudio con lo imprescindible. Los dispositivos electrónicos, videojuegos, móviles... estarán fuera en el momento de realizar los deberes diarios, y el espacio estará limpio y ordenado, con buena ventilación y luz.
  • Establecer un periodo de tiempo para cada actividad o tarea, y que este no sea demasiado largo, para que puedan crearse rutinas mentales de atención y concentración.
  • Dormir suficientemente según cada edad, puesto que el cansancio no es un buen aliado para una atención plena.
  • Definir las tareas y obligaciones de nuestros hijos de forma periódica: qué han de hacer, cómo han de hacerlo y elaborar un listado de todo ello.
  • Detectar el momento del día en el que el niño se concentra más fácilmente, para que sea ahí cuando realice las tareas que requieren más atención.
  • Dieta equilibrada, ya que una buena alimentación es básica para afrontar el día, con alimentos ricos es fósforo, ácidos grasos Omega 3 y calcio.
  • Ejercicios de mindfulness, centrándoles en el presente y en la actividad de ahora. Hoy en día nuestra conciencia está inmersa en entornos de ruido y prisa, estamos permanentemente preocupados, dispersos y ansiosos, por lo que se hace necesaria la calma emocional desde los primeros años.