¿Cómo fomentar la lectura en la infancia?
Te contamos cuál es la importancia de la lectura en la infancia, qué habilidades produce y cómo conseguir fomentarla. ¡No te lo pierdas!
Cuidado infantil
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Importancia de la lectura en la infancia
El placer de la lectura no surge de la nada en los peques de la casa. En contadas ocasiones encontramos a niños y niñas a quienes les encanta leer de manera innata, no aprendida ni imitada. Pero, para la inmensa mayoría de ellos, hay que introducir el hábito de leer en la vida familiar, implicando a todos los adultos que les rodean. Dicen que el ejemplo es la mejor de las enseñanzas, así que será más fácil que un niño o una niña lea si tiene unos padres o tutores que también son lectores.
Además, la lectura fomenta la capacidad de concentración. La incapacidad para concentrarse es una de las grandes “pandemias” de la era digital en la que vivimos, bombardeados con tantos estímulos que no los podemos digerir.
Beneficios de la lectura en los jóvenes
Los niños y niñas que leen tendrán ciertas ventajas en su crecimiento educativo, social y emocional, con las que podrán desarrollar habilidades individuales y colectivas para su vida en sociedad.
- Ayuda a adquirir vocabulario. A medida que aprenden a leer, no solo descubren nuevas palabras y enriquecen su vocabulario, sino que comienzan a comprender mejor el discurso.
- Mejora el rendimiento académico. Los niños y niñas que leen tienen, habitualmente, una mayor comprensión a la hora de enfrentarse a un texto de cualquier materia.
- Fomenta la concentración. Tres minutos es el tiempo máximo en el que, de media, una persona adulta puede prestar atención a una tarea determinada. En la adolescencia, sin embargo, es solo de 65 segundos. Aunque es normal que, al principio, cuando aún son pequeños, se distraigan con facilidad, poco a poco conseguirán centrar su atención.
- Desarrolla la capacidad crítica y analítica, por lo que podrán enfrentarse a la resolución de problemas con más herramientas y serán personas menos manipulables en la edad adulta.
- Desarrolla su personalidad. La lectura también ayuda a formar la personalidad de los niños y niñas, ya que, a través de ella, descubren lo que les gusta y lo que no, qué les identifica, qué les llama la atención…
- Fomenta la creatividad, que se irá desarrollando conforme avancen en la lectura. Es uno de los “superpoderes” del ser humano, junto con el pensamiento crítico.
- Desarrolla la inteligencia emocional y la empatía. Las historias de los libros les ayudan a entender mejor las emociones, aprenden a ponerse en el lugar de otros y a intentar saber qué les pasa y por qué. La empatía contribuye en su adaptación al entorno social y a ser mucho más tolerantes.
- Es un ejercicio para el cerebro, ya que se establecen conexiones neuronales y se mejora la memoria y el entendimiento.
Decálogo para fomentar la lectura en los jóvenes
Existen distintas formas para intentar que los niños y los jóvenes se interesen por la lectura y que la conviertan en uno de sus hábitos. No hay una única fórmula, sino varias recomendaciones:
- Presentar la lectura como algo divertido, como si fuera un juego. No imponerla.
- Disponer de un lugar para leer cómodo y no ligado a los deberes que contribuya a generar esa sensación de singularidad.
- Fomentar actividades sociales con los libros, como los clubs de lectura.
- Predicar con el ejemplo.
- Leer en familia para descubrirles qué lecturas les van gustando y para establecer vínculos emocionales, que no sea percibido como un acto solitario.
- Incluir los argumentos de los libros en las conversaciones familiares y con amigos.
- Leer cuentos a los niños y niñas cuando se van a dormir para despertarles su curiosidad para seguir descubriendo aventuras por su cuenta.
- Tener libros infantiles a su alcance, para que puedan elegir y vayan conociendo sus gustos.
- Elegir bien los libros en función de cada edad.
- Intercambiar libros con otros niños y niñas, como oportunidad para acercarse a nuevas lecturas y relacionarse con otros niños a través de los libros.
