Cómo mantener una correcta higiene bucal en los niños
¿Tus hijos se cepillan los dientes correctamente? ¿Llevan a cabo otras prácticas de higiene bucal? Te traemos una guía para que mantengan la dentadura sana.
Cuidado infantil
Comparte
No hay nada más importante para los padres que la salud de los hijos. Desde que nacen nos preocupamos por que tengan una alimentación saludable, un peso adecuado, por que estén sanos y que tengan la pauta de vacunación al día. Pero ¿y la boca?, ¿nos preocupamos de la misma forma o únicamente acudimos al dentista si presentan algún problema de dentición?
Según la Sociedad Española de Odontopediatría, la mayoría de los trastornos de salud bucodental se pueden prevenir y tratarse en sus etapas iniciales.
Pero ¿qué entendemos por salud bucodental? La OMS define la salud bucodental como la ausencia de enfermedades como caries dental, periodontopatías, cánceres bucales, manifestaciones bucodentales del VIH, traumatismos bucodentales, labio leporino y paladar hendido.
Además, reconocen que más de 530 millones de niños en el mundo sufren de caries dental en los dientes de leche. Algo a lo que los padres, muchas veces por desconocimiento, no le damos la importancia que realmente tiene, ya que estas lesiones pueden afectar en el desarrollo de la dentición definitiva del pequeño y pueden provocar infecciones que afectarán a su salud bucodental de por vida.
¿Cuándo debemos acudir al dentista?
Cuanto más se tarde en iniciar los procesos de higiene dental, más probabilidades tendrá el niño de presentar caries. La Sociedad Española de Odontopediatría defiende que la primera visita al dentista se realice antes de cumplir el primer año de vida del bebé.
Además, alertan de que los padres debemos estar atentos a las señales. La primera es la aparición de un cambio de color en el diente, que se vuelve blanquecino y sin brillo –la llamada “mancha blanca”– y, en una fase más avanzada, se observa un borde amarillo, marrón o negro a nivel de la zona afectada como paso previo a la aparición de la cavidad. En la fase más visible, aparece la pérdida de sustancia y el socavón del esmalte, que se acaba rompiendo. La destrucción del diente indica que el proceso de caries puede llevar hasta varios meses en la boca: el proceso es lento.
Consejos para mantener la dentadura de tus hijos sana
Las enfermedades bucodentales se pueden prevenir a través de hábitos saludables, como, por ejemplo:
- Empezar a cepillarle los dientes desde la salida del primer diente. Aunque sea sin pasta, ya que lo que limpia es el cepillo.
- Cepillarse los dientes, al menos, dos veces al día con pasta dental con flúor, adaptada a la edad en la que está el niño. Y usar muy poquita. Empezamos por una mancha en el cepillo y vamos poniendo más pasta conforme va creciendo, hasta que llegue a ser como un grano de arroz.
- Usar hilo dental todos los días. El hilo dental contribuye a una mejor higiene y se recomienda desde los dos años en adelante. Es importante que un adulto realice este proceso.
- Siempre dejarles a ellos primero y luego repasarlo por un adulto.
- Usar enjuague bucal con flúor, bajo supervisión del odontopediatra.
- Tener revisiones regulares, tanto los niños como los adultos.
- Si los niños han estado enfermos se recomienda cambiar el cepillo, ya que pueden quedar bacterias o gérmenes.
- Los cepillos se deben cambiar cada tres meses, o al verlos dañados.
- Regularmente, debemos levantar el labio superior de los niños menores de cinco años para comprobar si existen, o no, signos tempranos de lesiones de caries.