Mi hijo me desafía, ¿qué puedo hacer?

Los niños desafiantes pueden ser un problema. ¿Por qué ocurre? ¿Cómo identifico si es el perfil del niño? Te damos respuesta a esta y otras preguntas.

Cuidado infantil

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Como padre o madre, seguramente te habrás encontrado en alguna situación en la que tu hijo o hija te ha contestado un ‘no’ ante una petición de que haga algo, desafiando así tu autoridad. Eso no significa que tenga un problema, porque forma parte del proceso evolutivo de los niños. El problema viene cuando sus actitudes desafiantes se convierten en una rutina y no se trata de una desobediencia común, sino que esconde un problema mayor: el trastorno oposicionista desafiante. Se trata de un patrón recurrente de conducta oposicionista, negativista, desafiante, desobediente y hostil, dirigido a las figuras de autoridad.


Características de un niño desafiante

  • Rabietas y/o discusiones frecuentes con los adultos. Se enfadan porque pierden la paciencia con facilidad.
  • Mala tolerancia a las órdenes, se niegan a cumplirlas. Son provocadores.
  • Terquedad persistente, sobre todo, cuando quieren hacer algo que está prohibido.
  • Respuestas resentidas y coléricas ante cualquier circunstancia.
  • Actitud desafiante ante los demás, sin causa aparente.
  • Conducta negativa, se niegan a negociar y a comprometerse con los adultos.
  • Insultos y palabras despectivas hacia los demás.
  • Incapacidad para aceptar las consecuencias de sus actos, culpan y reprochan a los demás de sus propios errores.
  • Intentan molestar en todo momento, de manera deliberada, a las personas que les rodean.
  • Episodios ocasionales de violencia física, con o sin intención.
  • Suelen tener problemas académicos.
  • Son mentirosos e incumplidores.

¿Porqué un niño se vuelve agresivo y desafiante?

Los niños pueden llegar a aprender que provocar y retar a los padres puede llegar a desesperar y, por tanto, conseguir cosas que de otra forma no podrían. Les gusta saber cuál es el límite. En la mayoría de los casos, los niños provocan o desafían por esta razón, para saber hasta dónde pueden llegar. 

 

Otra cosa es que el niño sufra el trastorno oposicionista desafiante. No existe una causa específica que pueda explicar el trastorno oposicionista desafiante, pero los expertos apuntan al factor psicosocial como un posible desencadenante. Una educación coercitiva o violenta, la inmadurez o la falta de experiencia en la crianza de un hijo o unos padres excesivamente permisivos pueden estimular las conductas desafiantes. Además, la inexistencia de lazos afectivos, el abandono durante los primeros años de vida, los conflictos maritales y la depresión materna también pueden propiciar esta aparición.


Pautas y dinámicas para hacer frente y mejorar a un niño desafiante

  • Evita los gritos. El tono de voz es fundamental para enseñarle a tu hijo que los conflictos no se solucionan gritando.
  • Ten paciencia. Intentan mantener el control para explicarle a tu hijo que sus gritos y su descontrol no son la manera de actuar.
  • Trabaja la frustración. Es el sentimiento desagradable que se experimenta cuando no se consigue lo que uno quiere. Aprender a tolerarla es muy importante en la vida del niño.
  • Cuida su agresividad. Si ves que tu hijo pierde los nervios, déjalo que se tranquilice.
  • No entres en la lucha de poder. Los niños desafiantes creen que son iguales a los adultos, para ellos no existe autoridad. Trata de hacerle entender que su manera de actuar no es correcta y, si no obedece, deberás tomar acciones.
  • Pon límites claros. Y cúmplelos. Sé consecuente y perseverante. Hace falta saber motivar, hay que hacer entender las consecuencias de sus actos, también permitir que las experimenten, hay que ofrecer consecuencias positivas a su buen comportamiento.
  • Pide ayuda profesional. Si todo lo anterior no funciona, puedes acudir a psicoterapia, que servirá para ayudar a tu hijo y a los padres para encauzar el problema.