La papaya y sus propiedades
La papaya es una fruta con interesantes propiedades que ayuda a disminuir el riesgo de padecer varias enfermedades. Descubre todos sus beneficios.
Los frescos
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De nombre divertido y sabor incomparable (dulce, a medio camino entre el melón y el albaricoque), la papaya es una fruta tropical que ha llegado para quedarse en nuestra lista de la compra. Originaria del trópico y de la familia de las caricáceas, hoy en día se cultiva en todo el mundo, aunque para desarrollarse necesita especialmente humedad y calor (en España, las plantaciones de papaya se concentran, sobre todo, en el sureste de la península y en las islas Canarias).
Con una forma que recuerda vagamente a una pera, la papaya luce verde al principio y, tras 10-12 meses, adquiere su característico color amarillo verdoso. Pero, más allá de su aspecto, los beneficios de la papaya son los que la han convertido en una de las frutas tropicales más conocidas y recomendadas. Veamos sus propiedades nutricionales.
¿Qué vitaminas tiene la papaya? Especialmente, vitamina C. Y es que la papaya tiene más vitamina C que una naranja (y ya es decir), algo que contribuye a mantener las defensas del organismo. Esta fruta tropical también es rica en vitamina A, que ayuda a cuidar la salud de nuestra piel. Y no queda ahí la cosa. La papaya tiene propiedades tan interesantes, además, como el ácido fólico, que ayuda a disminuir el cansancio y la fatiga.
En cuanto a la información nutricional de la papaya, es riquísima en agua (un 88%), hecho que la convierte en un alimento ligero que suele recomendarse en casi cualquier dieta, y especialmente en aquellas poco calóricas. En cada 100 gramos de papaya, por otro lado, hay entre 35 y 45 kcal, y entre 8 y 10 g de carbohidratos. La papaya también es fuente de fibra.
Llegados a este punto, seguro que ya te estás preguntando: ¿y cómo incluirla en nuestra dieta? Debes saber que la papaya tiene una cáscara de piel por fuera y semillas y pulpa dentro, y que lo recomendable para abrirla es hacer un corte longitudinal. Su pulpa, muy carnosa, es de color anaranjando, y sus semillas son de color negro.
En cuanto a la conservación, lo mejor es disponer de papaya madura a temperatura ambiente. Una vez cortada es recomendable mantenerla en el frigorífico en una bolsa de plástico durante los siguientes días. Respecto a su uso, ¡se puede consumir de mil formas! En zumos, batidos, ensaladas, como snack entre horas e, incluso, como acompañamiento de la carne. En el mercado, lo más habitual es encontrar la variedad Solo, que destaca por su tamaño medio y por no superar los 500 gramos; o la Formosa o papayón, cuya carne es más rosada y jugosa. Esta última, además, puede pesar hasta 3 kilos.