Pisto manchego: receta de la huerta
El pisto manchego es un plato sencillo y muy sabroso. Se puede disfrutar durante todo el año y, especialmente, con la llegada del calor y el buen tiempo.
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Algo debe tener el pisto manchego para triunfar allá donde se sirve. Delicioso y saludable al mismo tiempo, hay que remontarse unos cuantos siglos atrás para encontrar sus orígenes, cuando en los hogares humildes de La Mancha, campesinos y trabajadores recurrían a las verduras de temporada (a las que tenían fácil acceso) para preparar su comida. De hecho, “pisto” es una palabra que procede del latín pistare, que significa ’machacar, aprensar algo o sacarle el jugo’, algo que guarda similitud con el rico alimento que nos llevamos hoy en día a la boca.
Quizá por lo cotidiano y habitual del pisto manchego, su receta no es una, sino muchas. Y es que el pisto cuenta con variantes en cada región, algo que hace que existan diversas formas de cocinarlo. El elemento común, eso sí, son las verduras. Al principio, se estima que el pisto no contaba con tomate ni pimiento, elementos que fueron incorporándose más adelante cuando llegaron directos desde América, y que actualmente son fundamentales en su realización.
Los ingredientes del pisto manchego son los siguientes: ajo, cebolla, pimiento verde y rojo, calabacín (que a veces se sustituye por berenjena) y tomate. Dejando de lado la facilidad y sencillez a la hora de conseguir estos ingredientes, otra de las mayores ventajas del pisto manchego es que resulta muy versátil: se puede dejar preparado con antelación (envasado en botes, e incluso congelado) o se puede ingerir caliente o frío. Pero veamos ahora, sin más dilación, cómo hacer pisto de verduras.
Pisto manchego: una receta infalible
Para preparar nuestro pisto manchego, necesitaremos:
- 2 dientes de ajo
- 250 g de cebolla
- 200 g de pimiento verde
- 200 g de pimiento rojo
- 4 tomates
- 300 g de calabacín
- sal
- pimienta negra molida
- aceite de oliva virgen extra
Respecto a los pasos para que quede de rechupete, tendremos que hacer lo siguiente. Toma nota:
- Antes que nada, calentaremos agua en una cacerola amplia y la llevaremos a ebullición. Retiraremos la parte dura de los tomates, haremos un corte de cruz en la base y los introduciremos en el agua hirviendo únicamente durante unos 15-20 segundos. A continuación, los sacaremos, los introduciremos en un cuenco con agua muy fría, los pelaremos y los trituraremos.
- Después tocará el turno de triturar la verdura. Lo haremos primero con los dientes de ajo y la cebolla (que pelaremos y picaremos muy fino), y después con el resto de verduras, que lavaremos y cortaremos en pequeños trozos de tamaño similar. Reservaremos unas verduras separadas de las otras, ya que las iremos añadiendo a la cazuela en distintas fases.
- Una vez lo tengamos todo preparado, iremos sofriendo las verduras. Para ello, lo primero que haremos será calentar una cantidad generosa de aceite de oliva virgen extra en una cazuela. Después, pocharemos el ajo y la cebolla picaditos durante unos 15 minutos a fuego suave. Posteriormente, añadiremos el pimiento picado y lo dejaremos pochar durante, aproximadamente, otros 15 minutos. Incorporaremos por último el calabacín y el tomate triturado, momento en que aprovecharemos para salpimentar al gusto.
- Taparemos… y muy importante: dejaremos que se poche todo durante un mínimo de una hora y media.
- Cuando haya transcurrido ese tiempo, retiraremos la tapadera de la cazuela y subiremos un poco el fuego para que se cueza durante 15 minutos más, lo suficiente para que el agua del tomate y las verduras se haya evaporado. Después solo quedará servirlo o guardarlo en la nevera si queremos utilizarlo en otro momento.
¿Pisto manchego en Thermomix? También se puede hacer sin ninguna complicación, y nos garantizará que las verduras queden en su punto exacto de cocción. Para ello, se deben seguir los siguientes pasos:
- Pondremos en el vaso los pimientos y la cebolla, y lo trituraremos 4 segundos a velocidad 4. Retiraremos y reservaremos.
- Después será el turno del calabacín (o la berenjena). Programaremos 2 segundos a velocidad 4.
- Añadiremos las verduras que teníamos reservadas con aceite, y programaremos 15 minutos a temperatura Varoma, con giro a la izquierda y a velocidad cuchara.
- Incorporaremos por último el tomate, la sal, el azúcar y la pimienta, y programaremos 20 minutos a temperatura Varoma, con giro a la izquierda y a velocidad cuchara.
Pisto manchego: solo o acompañado
El pisto manchego tiene dos compañeros de lujo que siempre se han degustado con él: los huevos fritos y el pan. El pisto manchego con huevo es todo un clásico, y permite conseguir un plato único muy rico. Además, el pisto manchego también puede convertirse en la guarnición perfecta de carnes (especialmente, longanizas) y pescados. También es frecuente encontrarlo en una cazuela de barro en su presentación, aunque en casa podemos ser más creativos a la hora de servirlo en la mesa.