Propiedades de las fresas

La fresa es una de las frutas que podemos encontrar prácticamente durante todo el año, pero es durante la primavera cuando está en su mejor momento. Además de su agradable sabor, la fresa es una fruta con muchas propiedades beneficiosas para nuestra salud y puede prepararse de numerosas formas.   

Los frescos

Comparte

La fresa tiene su origen en los bosques silvestres de Europa y América, por eso muchos la engloban dentro del grupo de las frutas del bosque que conforman grosellas, frambuesas, moras, arándanos y bayas. Los primeros cultivos se conocen a partir del siglo XIV cuando la corte francesa empezó a plantarlas por orden de la familia real. Después el cultivo fue introduciéndose en otros lugares de Europa, sobre todo en Inglaterra. A partir del desarrollo industrial empezaron a desarrollarse nuevos ejemplares  procedentes de cruces entre fresas europeas y americanas dando lugar a los actuales fresones.

Son típicas de zonas húmedas y climas templados, y tienen su origen en la planta del fresal, planta que pertenece a la familia de las Rosáceas y al género Fragaria. A diferencia de lo que normalmente se piensa, las fresas no son el verdadero fruto del fresal, sino que sus frutos son esos granitos que aparecen en su superficie.

Se conocen en el mundo más de 1000 variedades entre las que podemos destacar la fresa europea, por su pequeño tamaño, su delicadeza y su dulce sabor; la fresa americana o fresón, más grande y resistente, pero menos dulce; y las fresas del bosque, que por su origen silvestre son las más caras y difíciles de encontrar.

Su color y sabor la convierten en una fruta muy versátil en la cocina, sobre todo en repostería, pero también es ideal para remedios naturales por sus enormes cualidades nutritivas y terapéuticas.

En España, la provincia de Huelva es la más especializada en el cultivo de fresas y su producción representa más del 65% del volumen nacional. La comarca del Maresme en Barcelona, así como la zona de Valencia y Extremadura, son otras regiones con importantes fresales. 

Valor nutricional de las fresas

A la hora de comprar fresas debemos tener en cuenta que es una fruta fácilmente perecedera y no debemos dejar pasar muchos días para comerlas. Su mejor época de consumo va de marzo a julio.

Tienen una gran cantidad de agua (85%) y además son alimentos muy bajos en calorías aportando apenas 30 kcal por cada 100 g, por tanto, son muy recomendables para aquellas personas que estén siguiendo alguna dieta de adelgazamiento.

Además, son una gran fuente de hidratos de carbono (fructosa, glucosa y xilitol), también aportan fibra y tienen un enorme poder antioxidante. Su contenido en vitamina C y ácido cítrico es alto e incluyen, aunque en menor medida, vitaminas A, E, B1, B2 y B6, así como potasio, magnesio, fósforo, hierro, yodo y calcio.

Cuidan tu salud

Las sustancias procedentes de las fresas son muy beneficiosas para nuestra salud. Una de las más importantes es la vitamina C, que tiene un gran poder antioxidante y fortalece el sistema inmunológico.

Al tener un alto nivel de agua, también tienen propiedades diuréticas, con lo cual son muy recomendables para personas que estén siguiendo alguna dieta de adelgazamiento o padezcan alguna enfermedad asociada a la retención de líquidos, como la hipertensión arterial o la hiperuricemia o gota.

Por otra parte, las fresas contienen salicilatos, unas sales muy beneficiosas para prevenir enfermedades cardiovasculares por su acción antiinflamatoria y anticoagulante. Aunque las personas alérgicas deben tener especial cuidado al ácido salicílico por la elevada cantidad de este elemento en las fresas.

Por último, las fresas son muy recomendables para embarazadas ya que poseen una importante cantidad de ácido fólico, un compuesto que favorece la multiplicación celular que tiene lugar en los primeros meses de gestación. Además, ayuda a prevenir la aparición de espina bífida en el bebé.

Un fruto muy versátil

Las fresas pueden consumirse de múltiples maneras: solas, en zumos, granizados, o acompañadas de zumo de naranja. Y si buscamos algo más dulce, podemos usarlas para elaborar tartas, cremas, confituras, helados e incluso como guarnición para carnes.

CONSEJOS DE COMPRA Y CONSERVACIÓN

• Elegir los envases con los mejores ejemplares: gruesos, brillantes y de apariencia fresca.

• Si están maduras consumirlas en seguida y sino, conservarlas hasta un máximo de cinco días.

• Guardarlas en la nevera o en un lugar fresco, oscuro y ventilado, lo más esparcidas posible para que no se estropeen.

• Antes de consumirlas lavarlas bien y retirarles la parte verde.

• Evitar manipularlas en exceso y dejarlas a remojo, perderían su jugo.