Zamburiñas a la plancha: ¿cómo prepararlas?

Hay una receta deliciosa que vale para prácticamente cualquier momento: las zamburiñas a la plancha. Es un plato muy fácil de hacer y sirve a la perfección como aperitivo antes de pasar a los platos fuertes del menú, por lo que se convierte en una opción perfecta a tener en cuenta. Eso sí, que su sencilla elaboración no nos engañe, puesto que es vital hacerse con productos de calidad para que esté realmente para chuparse los dedos. 

Para hacer una receta de zamburiñas a la plancha necesitaremos conocer el punto exacto de cocción y cómo hacer un buen aliño. Pero antes de hablar sobre los pasos para hacer zamburiñas a la plancha a la gallega, vale la pena detenerse en los ingredientes que necesitaremos: 12 zamburiñas, 2 dientes de ajo, 4 cucharadas de aceite de oliva y perejil fresco.

Cabe mencionar que las zamburiñas a la plancha se presentan con cáscara. Por eso mismo, lo primero que tenemos que hacer es dejarlas durante unas horas a remojo en un cacharro o recipiente grande con agua y una pizca de sal para que, de esta forma, sea más fácil eliminar la arenilla. Es conveniente cambiar el agua unas tres veces en este proceso. Después de este paso, ya empezaremos a cocinarlas.

Abriremos las zamburiñas y separaremos la carne de las conchas o cáscaras (si usamos zamburiñas congeladas, suelen salir abiertas y limpias, pero es mejor revisarlas por si acaso). Nos quedaremos con las conchas más planas, que lavaremos y usaremos para servir en ellas las zamburiñas tras pasarlas por fuego. 

Al limpiar bien la zamburiña con un cuchillo, retiraremos la piel exterior y las telillas y nos quedaremos con el músculo blanco cilíndrico y el pie naranja o rojizo. Arrastraremos toda la zamburiña hasta que quede el interior limpio, y haremos lo mismo con la cáscara por si tuviese algún resto pegado. 

A continuación, toca preparar el aliño. Para ello, prepararemos aceite de oliva virgen extra con ajo muy picado y un poco de sal, y meteremos dentro las zamburiñas. Les daremos una vuelta con una cuchara antes de pasarlas por la plancha, que calentaremos a alta temperatura. Cocinaremos las zamburiñas (y esto es importante) un minuto por cada lado, de forma que consigamos una “costrita” dorada en la superficie, pero que el interior quede jugoso. Hay que estar muy pendiente del tiempo, puesto que si nos pasamos, podemos convertirlas en una especie de chicle y, por supuesto, no queremos que eso pase. 

Después de estos dos minutos, colocaremos las zamburiñas en las conchas limpias que habíamos reservado, y las llevaremos a la mesa colocando un brote de perejil en cada una (ya sabemos lo importante que es la presentación, es decir, que el plato entre por los ojos). También podemos añadir una gota del aceite al ajo en cada una para potenciar todavía más su sabor. 

Salsa verde para zamburiñas a la plancha

La salsa para zamburiñas a la plancha es otra excelente forma de enriquecer todavía más estos alimentos. La que más destaca es la salsa verde, que podemos hacer de forma muy sencilla. Pondremos en un vaso de batidora unos dientes de ajo pelados, perejil y aceite de oliva y sal al gusto. Lo trituraremos unos segundos e impregnaremos las zamburiñas con esta salsa en lugar de hacerlo con el aliño que hemos visto antes. Si nos gusta el picante, podemos añadir trocitos de guindilla o incluso unas gotitas de tabasco a la salsa verde. También podemos acompañar las zamburiñas con otros tipos de salsa, como un aliño de aceite y limón, con pimienta o con nuestras especies y hierbas favoritas. 

Por último, algo que no debemos pasar por alto es que hay que servir las zamburiñas recién hechas, ya que será cuando su textura esté muy jugosa; si se enfrían, no estarán igual. Si hemos hecho la salsa verde, además, podemos aprovechar para llevar a la mesa la que haya podido sobrar con unas rodajas de pan y, así, disfrutar al máximo de este rico y sencillo plato.