Aguas embotelladas: ¿cuáles son las mejores?
Nada hay más saludable que beber agua. Nos hidrata, elimina toxinas, mejora la digestión, regula la temperatura corporal,... el agua es el principal componente de nuestro organismo y un recurso vital. Pero, ¿qué agua nos conviene más?
A examen
Comparte
Siempre se ha dicho que la mejor forma de calmar la sed es bebiendo un buen vaso de agua. Ningún otro líquido alivia de manera tan rápida esa necesidad. Esto corresponde a una simple cuestión: el agua es el componente principal del cuerpo humano y supone alrededor del 60% del peso de un adulto.
Para reponer las pérdidas diarias de agua, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) recomienda un consumo de agua de 2,5 litros/día para los hombres y alrededor de 2 litros diarios para las mujeres. No obstante, la cantidad que precisa cada persona depende de factores como la edad, el peso, el clima y la dieta.
En los últimos años, bien por la dureza del agua corriente en algunas zonas, por la preferencia del sabor o por sus especiales cualidades, el agua envasada se ha hecho un hueco propio en la cesta de la compra.
Entre las aguas embotelladas podemos distinguir:
• Agua mineral natural
Se obtiene directamente de manantiales naturales o fuentes perforadas de agua subterránea. Su composición y la calidad de su flujo son constantes, teniendo en cuenta los ciclos de las fluctuaciones naturales menores, lo que la diferencia de otras masas de agua (ríos, embalses o lagos)que pueden estar expuestas a vertidos. Contiene determinadas sales minerales,oligoelementos u otros constituyentes. Se recoge en condiciones que garantizan la pureza microbiológica original y la composición química en sus constituyentes esenciales. Se embotella cerca del punto de emergencia de la fuente, adoptando precauciones higiénicas especiales y no se somete a otros tratamientos.
• Agua de manantial
Emerge espontáneamente a la superficie de la tierra.A diferencia de la mineral natural, su composición no es constante y puede variar.
• Agua potable preparada
Son aguas que se han sometido a los tratamientos físico químicos necesarios para que cumplan los requisitos sanitarios.
UN AGUA PARA CADA NECESIDAD
Según la concentración de minerales se pueden distinguir varios tipos:
• Mineralización muy débil(residuo seco de hasta 50 mg/l) o débil (residuo seco de hasta 500 mg/l). Están especialmente indicadas para la preparación de la alimentación infantil y favorecen el trabajo del riñón.
• Mineralización fuerte (residuo seco superior a 1500 mg/l).
• Bicarbonatadas (más de 600 mg/l). Están indicadas para problemas digestivos.
• Sulfatadas (más de 200 mg/l). Indicadas para mejorar la digestión y la piel.
• Cloruradas (más de 200 mg/l). Indicadas para problemas gástricos.
• Sódicas: más de 200 mg/l). Indicadas para contracciones musculares.
• Cálcicas (más de 150 mg/l). Ayudan a fortalecer dientes y huesos
• Magnésicas (más de 50 mg/l). Favorecen la relajación muscular.
• Fluoradas, o que contienen fluoruros (más de 1 mg/l). Fortalecen el esmalte.
• Ferruginosas, o que contienen hierro (más de 1 mg/l). Favorecen la oxigenación celular.
¿QUÉ OCURRE CON EL AGUA DEL GRIFO?
Procedente del agua de lluvia, se trata generalmente de agua superficial recogida y tratada con los más estrictos controles de seguridad y desinfección, por lo que podemos consumirla sin temor.
Aunque el sabor varía según las zonas y, sobre todo en las zonas costeras, suelen ser mucho más duras y fuertes en sabor. Por ello, mucha gente opta por el agua embotellada.