Brascada: bocadillo típico valenciano

La brascada es uno de los bocadillos más populares de València, junto a otros representantes de lujo del popular esmorzar como el Almussafes o el Chivito  (indiscutibles clásicos de la terreta). El bocadillo de brascada es una pieza sencilla, pero sublime, compuesta fundamentalmente por cebolla, solomillo de ternera, jamón serrano y un poco de ajo. Parece mentira que la brascada tenga unos ingredientes tan simples, y su combinación, sin embargo, sea tan intensa y jugosa, pero así es. 

¿Lo bueno? Que puedes preparar brascada en casa sin ningún problema. Como te enseñamos a continuación, su elaboración no podría ser más fácil. 

Ingredientes que no pueden faltar

El bocadillo de brascada necesita los siguientes ingredientes. ¡Apunta!

• 1 o 2 solomillos de ternera
• media cebolla
• medio diente de ajo
• 2 lonchas de jamón serrano
• pan
• aceite de oliva virgen extra
• sal

Receta del bocadillo de brascada

Para hacer nuestra brascada de solomillo, empezaremos cortando la cebolla en trocitos muy pequeños (tipo brunoise). Después, la pondremos en una sartén con un chorrito de aceite y una pizca de sal a fuego medio, y dejaremos que se vayan reblandeciendo y dorando durante unos 10 minutos. 

Para hacer los solomillos de ternera podemos esperar a tener la cebolla hecha y reutilizar esa sartén, o ir haciéndola en otra, lo que prefiramos. En cualquier caso, cuando hagamos los solomillos los cocinaremos con un poco de ajo picado, que les aportará un toque muy singular. Tendremos cuidado con los tiempos, pues no queremos que la carne quede chiclosa o dura (un truco aquí es no echar la sal antes de cocinarla; debemos hacerlo al servirla o en los últimos minutos de cocinado). Cocinaremos los solomillos por los lados y los retiraremos. Solo nos quedará pasar a continuación las lonchas de jamón serrano por la sartén vuelta y vuelta.

Y así de fácil es hacer un bocadillo de brascada típico de València. Para montar el bocadillo, empezaremos colocando el solomillo y el ajo, seguiremos con la cebolla y finalmente coronaremos el bocata con las lonchas de jamón serrano. Los más intrépidos también pueden añadirle una loncha de queso para darle más sabor, aunque la brascada más clásica no lo incluye.

Un último consejo: si calentamos también un poco el pan para que quede crujiente, nuestro bocadillo de brascada estará insuperable; ¡prometido!