Cómo cuidar las uñas de manos y pies
Pintarse las uñas de las manos y de los pies es un gesto muy habitual y, especialmente, cuando suben las temperaturas. La manicura y la pedicura son un complemento más que, cada temporada, tiene sus propias tendencias.
Salud y BELLEZA
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Las uñas sufren por culpa del contacto con productos detergentes, con todas las cosas que cogemos, con el agua, el frío, el sol… incluso, en el caso de las uñas de los pies, con la arena de la playa, el cloro de las piscinas y los zapatos cerrados, así que ¿no crees que ha llegado el momento de prestarles una atención extra? Descubre cómo lucir unas uñas fuertes, sanas y cuidadas.
Tips para el cuidado de las uñas
1. ¿Cortar o limar? Las dos formas son adecuadas, aunque la tijera o cortaúñas siempre es más agresiva que la lima, pero si se cortan hay que tener cuidado de no dejar picos que se claven en la piel.
2. Limar adecuadamente. Si se opta por este método, las limas gruesas son más eficaces ya que, con menos pases, se consigue un mejor resultado. Es importante colocarla de forma perpendicular, no en paralelo al borde de la uña.
3. Quitar cutículas. Es fundamental no cortar las cutículas porque sólo se conseguirá que crezcan más. Si se quita o se daña, la uña estará más expuesta a agresiones, inflamaciones o infecciones. Lo mejor es retirarlas, cuidadosamente, con un palito de naranjo y utilizar productos para mantenerlas bien hidratadas.
4. Reparar y proteger. Antes de darles color, es recomendable que se utilicen productos reparadores y protectores, además de una buena base. El esmalte durará más y, sobre todo, las uñas estarán más protegidas.
Evita tener las manos a remojo durante mucho tiempo y sécalas bien. Después, aplica crema para hidratarlas, incidiendo en las uñas.
5. Descansar. Si eres de las que lleva siempre las uñas esmaltadas, recuerda descansar cada dos meses. Déjalas que, durante al menos una semana, estén libres de laca, ya que estas contienen disolventes que, con el paso del tiempo, terminan debilitando la queratina natural de la uña.
6. Revisar. La uña, como el cabello, son reflejo de la salud de cada persona. Si la uña está deteriorada o amarillenta puede indicar la existencia de un hongo o un problema mayor. Lo aconsejable es ir al dermatólogo. Sólo se deben tratar, a nivel “casero”, si existe una fisura pequeña o una mínima deformidad.
7. Hidratar contra la onicofagia. Si hasta hace poco te mordías las uñas, las tienes frágiles y se te rompen, hidratarlas de forma constante con aceites específicos para uñas es la clave para que sean más flexibles y resistentes.
La falta de algunas vitaminas en nuestro organismo puede reflejarse en unas uñas débiles y quebradizas. Si este es el problema, la nutricosmética puede ayudar afortalecerlas.
No te olvides de las uñas de los pies
El cuidado de las uñas de los pies no se diferencia mucho del cuidado de las de las manos, pero sí que tenemos que tener en cuenta algunos aspectos como:
1. La limpieza. En verano los pies necesitan una limpieza extrema, ya que, están en contacto directo con el suelo, por el uso de sandalias y chanclas. Por este motivo es importante dejarlos en remojo, con agua y jabón, durante unos minutos e ir limpiando uña por uña para quitar cualquier tipo de suciedad.
2. El corte. A diferencia de las uñas de las manos, en los pies es muy importante el corte y la forma que se dé a las uñas. Deben cortarse en una única dirección para evitar que la uña sufra fisuras y que queden picos que se encarnen en la piel.
3. La forma. Se puede dar un poco de forma después del corte con una lima larga y estrecha para que llegue bien a todos los huecos.
4. La hidratación. La arena de la playa y el cloro son dos agentes externos que hacen que uñas y pies se resequen y sufran. Por lo que, estos deben nutrirse en profundidad con crema hidratante, a poder ser específica para pies. Para una absorción más profunda, se puede aplicar una buena capa de crema y poner encima unos calcetines. Se deja actuar toda la noche y por la mañana los pies y las uñas estarán suaves e hidratados.