¿Qué impacto tiene el desperdicio de alimentos en el medioambiente?
Los hábitos alimenticios en los hogares influyen de manera directa en la emisión de gases de efecto invernadero. Conoce cómo cuidar el medio ambiente reduciendo el desperdicio alimentario.
Es Eco, es Lógico
Comparte
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha calculado que desperdiciamos, aproximadamente, 1.300 millones de toneladas de alimentos al año. Según el informe elaborado por esta institución, uno de los mayores derrochadores de comida son los hogares. Los motivos son que adquirimos más comida de la que necesitamos y que esta nos caduca, que realizamos una mala conservación de los alimentos y estos acaban por estropearse, o bien que desechamos mucho alimento durante el proceso de cocinado, por puro desconocimiento.
¿Qué podemos hacer para evitar el desperdicio de alimentos? ¿Qué consecuencias tiene para el medioambiente un mal uso alimentario? Te lo contamos a continuación.
Consecuencias del desperdicio de alimentos para el medioambiente
Según la Organización de las Naciones Unidas, solo el desperdicio alimentario provoca el 10% de los gases de efecto invernadero, convirtiéndose en uno de los grandes problemas del cambio climático. Y es que el desperdicio de alimentos representa, a nivel mundial, 3.300 millones de toneladas de emisiones de C02 al año.
Además del impacto medioambiental, el desperdicio también acarrea consecuencias económicas, morales y éticas. Y es que, desgraciadamente, existe una gran parte de la población mundial que pasa hambre.
Claves para reducir el desperdicio de alimentos en casa
- Realizar una compra sostenible: comprar solo lo necesario y aquello que vaya a consumirse para que el alimento no se malogre en la despensa o en la nevera.
- Intentar comprar a granel y al corte: aunque los formatos envasados son muy prácticos, no siempre se ajustan a las necesidades de todos los tipos de familia. La compra a granel suele ser una ventaja para los hogares con pocas personas.
- Evitar las raciones excesivas en los platos para no desperdiciar alimento: ¡ponte en el plato aquello que vayas a comerte y no más!
- Conservar correctamente los alimentos: tener claro donde guardar cada alimento es muy útil para alargar la vida de los mismos.
- Fijarse en la fecha de consumo preferente: esta se aplica a productos no perecederos e indica que, pasada dicha fecha, la calidad del producto ha podido reducirse en cuanto a sus propiedades o cualidades, o bien haberse visto alteradas las características organolépticas (olor, sabor, etc.). Rebasada dicha fecha, el producto podrá haber perdido alguna propiedad, pero continúa siendo seguro.
- Reutilizar residuos orgánicos: una de las cosas con las que puedes beneficiarte de esta acción es realizando compostaje doméstico, que es un proceso de transformación de la materia orgánica mediante la acción de microorganismos y que desemboca en la creación del compost. De esta manera, contribuyes a proteger el medio ambiente porque reutilizas los residuos orgánicos y, así, generas menos basura.
- Educar a nuestros hijos en un consumo responsable: la concienciación sobre la importancia de proteger el medioambiente empieza desde los hogares.